Queridos jóvenes
y amigos,
Hemos considerado
algo de las palabras de Pablo, relatando su conversión delante de Agripa. Esta vez vamos a considerar sus palabras en
el verso 29 “Y
Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también
todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas
cadenas!” ¡Que palabras de triunfo vemos
aquí!
Pensamos
de la escena delante de nosotros en este capitulo. Hay un gran grupo de
personas, ricos y poderosos en este mundo. Uno, Agripa, lleva el titulo de rey. Otro, Festo, es
gobernador. Además, hay “los tribunos y
principales hombres de la ciudad.” Pero,
se ve allí en medio de ellos, atado con cadenas, un miserable preso. Ahhh, pero ¡escucha
las palabras de este “miserable” preso!
“todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy”. Yo
creo que el esta diciendo “¡ojala que ustedes tuvieran
lo que yo tengo!” Estos no son las
palabras que uno esperaría de un miserable preso, sino mas bien las palabras de
alguien que sabe lo que tiene y lo puede estimar de gran valor. ¿Somos así, amigos? ¿Podemos considerar que teniendo Dios como
nuestro padre, el perdón de todos nuestros pecados, una herencia incorruptible
en los cielos, somos personas que pueden decir con
confianza “ojala que usted tuviera lo que yo tengo”? ¿O en vez de esto, codiciamos la grandeza de
este mundo? Pablo bien sabia que el tenia más que todos los grandes que le rodeaban. No había ninguna duda en su mente acerca de
suerte comparado con la de ellos, a pesar de todas las apariencias al
contrario.
¡Que sea así con nosotros,
jóvenes y amigos! ¡Que
estimemos bien todas las bendiciones que tenemos en Cristo Jesús, como nos dice
en Efesios 1:3 y para adelante “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo”. A veces
confundimos las misericordias de Dios con sus bendiciones. Las misericordias de Dios son las cosas de
que gozamos en esta vida, como la salud, la prosperidad, la familia, amigos, un
buen trabajo, y cosas semejantes. Son nuevos
cada mañana, como vemos en Lamentaciones 3:22-23 “Por la misericordia de Jehová
no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu
fidelidad.”
Pero en nuestro capitulo en
Hechos 26, Pablo no esta gozando de las misericordias de Dios, sino de las
bendiciones. Las misericordias de Dios
son terrenales, y se puede perder, como Pablo había perdido su libertad. Pero las bendiciones en Cristo Jesús son para
la eternidad. Nunca se puede perder y en
esto podemos gozar, a pesar de cualquier circunstancia humana. Pablo había aprendido estimar bien las cosas
como el mismo nos dice mas luego en Filipenses 4:11 “No lo digo porque tenga
escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener
abundancia como para padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Su hermano en Cristo, Felipe
Fournier