Queridos
jóvenes y amigos,
Hay varias cosas
muy interesantes en el capitulo 26 de Hechos, donde Pablo esta haciendo su
buena confesión ante Agripa. Esta vez
vamos a meditar solamente en el versículo 9.
“Yo
ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús
de Nazaret”.
No se nos olvide quien esta hablando aquí. Es el hombre de privilegio, que había sido
criado y educado a los pies de Gamaliel, quizás uno
de los hombres más inteligente en todo el mundo. Pero toda su educación no le había enseñado
la cosa más importante; eso es, quien era Jesús de Nazaret. Vamos a notar versículo en 1Corintios 1:21
“Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la
sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación.”
Yo antes encontré difícil entender este versículo. Pero después de aprenderlo, es algo que da
libertad. Ustedes alumnos en las
universidades van a encontrar hombres y mujeres muy inteligentes, pero
totalmente desconocen a Dios. Como puede
ser que hombres inteligentes como Saulo de Tarso
llegan a concluir que era su deber luchar contra el nombre de Jesús? Es porque el hombre no conoce a Dios mediante
la sabiduría. Además, es así por decreto
de Dios. Dios en su sabiduría dijo que
el hombre le iba a conocer solo por fe, y no por sabiduría humana. Por eso, jóvenes, pueden saber que sus
profesores que conocen tanto acerca de sujetos humanos, les pueden enseñar
estas cosas; pero cuando toca a cosa divinas, se les van a encontrar ignorantes
como cualquiera, si no conocen a Dios por medio de su hijo, el Señor Jesucristo. El mismo Señor Jesús, menospreciado por Saulo de Tarso, tenía que despertarle y arrestarle en el
camino a Damasco. Así que, si somos
salvos, es por la locura de lo que se predica, es decir, Cristo crucificado y
resucitado.
Después, si Dios
quiere, hablaremos mas sobre varias cosas muy bonitas en este capitulo. Su hermano en Cristo, Felipe Fournier