Queridos jóvenes
y amigos,
En el
capitulo 24 de Hechos, vemos el apóstol hablando por si mismo ante Félix. Hay
varias cosas notables que podemos ver en este capitulo.
Primero,
vemos algo muy popular, muy usado en el día de hoy entre los que quieren influir
a los demás. La palabra que encontré en
el diccionario es “lisonjear”. Los
Proverbios tienen mucho que decir en cuanto a esto; “La lengua falsa atormenta al que ha
lastimado, y la boca lisonjera hace resbalar.”
Proverbios 26:28 Este hombre, Tértulo, usaba sus palabras lisonjeras para tratar de
influir a Félix contra Pablo. Debemos
como creyentes tratar de evitar esto, aunque no digo que es malo hablar bien de
otros. Pablo hablaba muy bien de Timoteo a los
Filipenses; “Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo
también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado; pues a
ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por
vosotros.” Estos no eran palabras
lisonjeras, sino la pura verdad dicho en sinceridad. Yo creo que las palabras de Tértulo no eran ciertas y fueron dichos simplemente para
buscar influencia con Félix. Como sigue
diciendo en Filipenses 2:21 “Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es
de Cristo Jesús.” Si hablamos bien de
nuestros hermanos, debe siempre tener que ver con
animarles en Cristo Jesús, y no de buscar influencia por nosotros mismos.
Una
cosa mas notamos en este capitulo, y esto es las palabras de Pablo en verso 16
“Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante
los hombres.” Conforme con estas
palabras, el apóstol confesó en verso 21 que sus palabras ante los fariseos y
saduceos no eran buenas “O digan éstos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal
hecha, cuando comparecí ante el concilio, a no ser que estando entre
ellos prorrumpí en alta voz: Acerca de la resurrección de los muertos soy
juzgado hoy por vosotros.” A veces
decimos “Dios conoce mis intenciones, por eso no importa lo que piensan los
hombres” y en cierto sentido este dicho puede ser muy cierto. Pero es importante tener conciencia sin
ofensa ante Dios y también ante los hombres.
Les voy
a dar un ejemplo de mi propia vida.
Cuando yo era joven, recién salido de la escuela secundaria, y
asistiendo un instituto, aprendiendo la mecánica, yo trabajaba en un taller de
mecánicos que arreglaban vehículos para la fabrica Chrysler. El Señor me dio ánimo para llevar etiquetas
que tenían versículos de la Biblia en mi
uniforme de trabajo. Por medio de esto,
todos los hombres en el taller me conocían como creyente y algunos me hicieron
burla. Yo era ayudante, siendo que
apenas estaba aprendiendo la mecánica.
Un día, yo estaba ayudando otro mecánico que era más o menos famoso de
sus maneras de estafar. Es decir, el
usaba modos de robar repuestos de Chrysler y usarlas
para si mismo. En verdad, todos los mecánicos
participaban en esto, algunos un poco, y otros mucho. Era cuestión de notar en sus papeles de haber
puesto tal repuesto en un vehículo bajo la garantía, pero en verdad habían
vuelto a poner el viejo, y habían guardado el nuevo para si mismo. El día que yo ayudaba a este hombre, el me regaló
algo que el mismo había robado. Todos
los mecánicos se juntaron después del trabajo en un camarín para cambiarse de
ropa, y este día, ellos notaron que yo llevaba estos repuestos conmigo. Inmediatamente empezaron a comentar como podía
yo, siendo creyente, hacer tal cosa. Yo,
de verdad, no había pensado que fuera una cosa mala recibir algo que fue
robado. Empecé a defenderme, diciendo
que no había hecho nada malo. Pero ellos
insistieron que un creyente no podía recibir propiedad robada. Me fui a la casa con mi conciencia ardiendo
pero llevando los repuestos. No pude
dormir esta noche, y regresé el día siguiente y devolví los repuestos en vista
de todos. Yo no había procurado tener
una conciencia sin ofensa ante Dios y los hombres.
Pablo también
tenia que confesar que su voz ante el concilio había sido mala, pero en verdad
su testimonio ante los judíos y Félix era fiel.
Vemos después que Félix, oyendo sus palabras, temblaba (como dice en
Ingles) o, se espantó. Pero que triste
que su deseo para ganancia sobresaltó su temor y según lo que sabemos, nunca
recibió el Señor Jesús como su salvador.