Queridos jóvenes y amigos,

 

Continuamos nuestro estudio del libro de Hechos, capitulo 17, meditando un poco sobre las palabras solemnes que los griegos habían escrito en su altar “AL DIOS NO CONOCIDO”.   Pablo dijo “Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.”   Hay que recordar que las personas con quienes hablaba Pablo eran considerados los mas inteligentes en todo el mundo.  Nos enseñan en la escuela que debemos mucho a los griegos por su sistema de leyes y principios.  Eran científicos y filósofos bien conocidos en todo el mundo de entonces y hasta ahora.  Pero, ¿con que fin les había llevado todo su ciencia y sabiduría?  Con toda su sabiduría y conocimiento, no habían llegado a CONCOCER A DIOS.  Me hace pensar mucho de las palabras mismas de Pablo en capitulo 26 de Hechos: “Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; 

 

Hay que recordar que Pablo (Saulo en aquel entonces) era un hombre con mucho privilegio y muy buena educación.  Tenía todas las ventajes que se ofrecían.  Pero, toda su educación le llevó a este punto “mi deber hacer muchas cosas CONTRA el nombre de Jesús...”  ¿Cual seria mi punto de todo esto?  Se ve la respuesta en 1 Corintios 1:21 “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Queridos jóvenes, ustedes que son alumnos en la escuela o la universidad, favor de recordar que el mundo no va a conocer a Dios por medio de mucha educación.  (Yo no tengo nada en contra de la educación.  La educación es útil para ayudarle a uno existir en un mundo muy complicado.  Yo mismo soy profesor en una academia.)  Pero lo que vemos es que los científicos, los filósofos, y los profesores de este mundo muchas veces llegan a concluir cosas que están bien lejos de la verdad que se nos enseña en la escritura.

 

 Eso no nos debe sorprender, viendo lo mismo en Saulo, en los griegos, y también por la enseñanza de la escritura.  Y noten por favor, que era la sabiduría de Dios que decidió que el mundo no iba a conocerle por medio de inteligencia, sino más bien por una simple fe en la “locura de la predicación”, Cristo, hijo de Dios, hombre, crucificado y resucitado.  Se ve en nuestro capitulo que esta predicación si era locura a los griegos que dijeron “¿Qué querrá decir este palabrero?... porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección.  Damos gracias a Dios que es así, porque, si no, ¿que tal de las personas nacidos con poca inteligencia?  Tenemos en nuestra asamblea un señor de cómo cincuenta años que tiene la mentalidad de un niño de diez anos.  Pero, su amor para el Señor Jesús, su entendimiento de cosas espirituales, a veces nos avergüenza a nosotros que tenemos todas nuestras facultades mentales.   Volviendo a nuestro capitulo, que grato es leer que algunos griegos, a pesar de que los demás que se burlaban, o se demoraban, “creyeron” y se juntaron con Pablo.  Querían identificarse con el hombre menospreciado y burlado, igual como había hecho Jasón.  O jóvenes, tenemos nosotros el privilegio de ¡CONOCER A DIOS!  ¡Que maravilla!  Los jóvenes de este mundo se gozan de poder ver a una estrella de cine, sin poder conocerle, y si es así, ellos están orgullos con tan solo verlos  ¿No debemos gloriarnos mucho más que esto, nosotros que conocemos, no a una estrella de cine, ni a un rey o un presidente, sino CONOCEMOS A DIOS por medio de Jesucristo?   Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier