David, faltando su fe
Léase por favor 1 Samuel 20
Queridos jóvenes y amigos,
No nos es difícil entender el desanimo que sintió David
diciendo estas palabras a su amigo Jonathan “vive Jehová y vive tu alma, que
apenas hay un paso entre mí y la muerte.”
Nos hace pensar de los discípulos sobre la mar “Y él
estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y le despertaron, y le dicen:
¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?”
Marcos 4:38. Pero igual como
Jehová había prometido el reino a David, así que los discípulos tampoco estaban
en peligro de perecer, con Jesús en el barco.
O, amigos creyentes, ¿no es así muchas veces con nosotros también? David tuvo sus ojos en las circunstancias
aquí, y vio a su situación desesperada.
¿Qué pudo el contra Saul, rey de Israel, que
demandaba su muerte? Pero la batalla no
era entre David y Saul, sino entre Jehová y Saul. Igualmente los
discípulos en el barco no podían hacer nada contra las olas, pero no era
necesario entre tanto que tuvieron a Jesús dentro del
barco. Nosotros igualmente sentiremos
desesperados a veces, viendo las puras circunstancias que nos son
demasiado. Pero no son demasiado para
nuestro Señor Jesucristo. ¡Oh, que aprendamos confiarle mas!
Vemos en verso 32 de nuestro capitulo una pregunta que hizo Jonathan “Y Jonathán respondió á su padre Saúl, y díjole:
¿Por qué morirá? ¿qué ha hecho?” Pregunta semejante hizo Pilato
al mismo Señor Jesús “Pilato respondió: ¿Soy yo
Judío? Tu gente, y los pontífices, te han entregado á mí: ¿qué has hecho?” Juan 18:35. Cada vez que leo estas palabras
pienso como el Señor hubiera podido responder; “Yo he curado a los enfermos, he
dado vista a los ciegos, oír a los sordos, levantado los muertos del
sepulcro.” ¡Cuantas cosas buenas había
hecho el bendito Señor Jesús! En manera
semejante aquí vemos a David como prototipo de Cristo, aborrecido sin causa. Jonathan entendió bien por fin que su padre
era resuelto en su odio y malicia contra David.
Es bueno cuando nosotros llegamos a entender esto también, que este
mundo es enemigo de Dios. Muchas veces
tiene otra cara, y nos atrae con sus ofertas y apariencia de benignidad pero es
una mentira.
Es con tristeza que escuchamos las palabras de Jonathan aquí “Y Jonathán dijo á David: Vete en paz, que ambos hemos jurado
por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová sea entre mí y ti, entre mi simiente
y la simiente tuya, para siempre.” Oh, Jonathan, ¿en verdad quieres decir a David, vete? ¿Por qué no vayas con el? ¿No te puedes separar de tu padre, aunque el
tiene odio para David, tu mejor amigo?
Cada uno de nosotros tenemos que hacer la pregunta ¿Qué hay en mi vida
que impide mi caminar con el Señor Jesús?
Con Jonathan era relaciones familiares que eran tan fuertes que no quiso
abandonar su lugar para caminar en el lugar de rechazamiento con David. ¡Cuánto mejor hubiera sido para Jonathan
separarse de su padre e irse con David!
Conocemos bien el triste fin de Jonathan, muerto con Saúl su padre por
los Filisteos. Era hombre de verdadera
fe y le vamos a ver en el cielo, sin duda, pero su vida llegó a ser perdido en
cierto sentido por su vacilan en cuanto a seguir a David en su rechazo.
Dios mediante seguiremos viendo a David como prototipo de Jesús y ejemplo
por nosotros la semana que viene.
Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier