Daniel y el nieto de Nabucodonosor

 

Léase por favor Daniel 5

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

En el estudio anterior estábamos considerando a Nabucodonosor en su soberbia, humillado a la tierra como una bestia por la mano de Dios, y vuelto arrepentido.  En este capitulo 5 de Daniel, leemos del nieto de Nabucodonosor, ya que había muerto el rey.  El también es un hombre orgulloso, y en nuestro capítulo lo encontramos en una fiesta con ganas de jactarse de las conquistas que había hecho su abuelo.  Tomando vino, dijo que sacasen los vasos que habían sido quitados del templo de Jehová en Jerusalén.  “Bebieron vino, y alabaron á los dioses de oro y de plata, de metal, de hierro, de madera, y de piedra.”  En este punto, Jehová Dios de Israel lo iba a contestar por su arrogancia.  “En aquella misma hora salieron unos dedos de mano de hombre, y escribían delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la palma de la mano que escribía.  Entonces el rey se demudó de su color, y sus pensamientos lo turbaron, y desatáronse las ceñiduras de sus lomos, y sus rodillas se batían la una con la otra.”

 

¿No es interesante cuan pronto los pensamientos cambian de orgullo y arrogancia a temor y temblor?  Espero que mis lectores reconozcan esto cuando se escuchan a personas en el mundo, como profesores en la escuela, hablando confiadamente como que no hay dios y que el mundo llegó a existir solo por medio del puro percance de la evolución.  No se olvide que Dios va a tener la última palabra, y sus caras tan confiadas van a tener otra expresión en aquel día, como vemos aquí en el rey Belsasar.   En un momento estaba sin preocupaciones, orgulloso, medio borracho, y alegre.  Al siguiente momento, todo cambiado, sus rodillas esta pegándose, y su cara pálida de terror.  Dios le había hablado por medio de algo espantoso, la mano sin muñeca o brazo que escribía en la pared de su palacio.  Y así Dios puede hablar a esta gente que quiere pensar que Dios no existe.

 

Lo que sigue en la historia es interesante y triste.  Se le había contado a Belsasar la historia de su abuelo, como había sido humillado por la mano de Dios, como vemos en las palabras de Daniel después “Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto.”  Vemos como Belsasar había olvidado a Daniel y es como alguien desconocido en el reino, aunque supongo que mantuvo su lugar como uno de los sabios del rey.  Así que, no era la falta de información que estorbó al rey de entender quien era el Dios Altísimo, y como el debería haberle honrado, sino una voluntad en contra el Dios verdadero.  Así es, en estas tierras donde la Biblia se consigue fácil, que el hombre camina ignorante porque no quiere conocer a Dios.  “Al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.”  Nunca debemos olvidar que es cierto esto de todos los hombres, y para nosotros es algo bien animoso.  Nuestras vidas están en la mano del Dios que nos ama, y dio a su único hijo, para que el muriera por nosotros. 

 

Se nota como el rey esta en fiesta, y en aquel mismo momento su ciudad estaba rodeado de enemigos tratando de aplastar su reino.  El en verdad estaba en gran peligro, y le quedaba unas cuantas horas nada más de vida.  Daniel en fidelidad le cuenta lo que significa la lectura en la pared.  “MENE: Contó Dios tu reino, y halo rematado.  TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto.  PERES: Tu reino fué arrompido, y es dado á Medos y Persas.”

 

Solemne es ver que el rey, entendiendo el significado de las palabras, no es arrepentido ni tampoco cree lo que Dios le ha dicho.  “Entonces, mandándolo Belsasar, vistieron á Daniel de púrpura, y en su cuello fué puesto un collar de oro, y pregonaron de él que fuese el tercer señor en el reino.”  ¿Interesaba a Daniel un puesto alto en un reino que Dios había dicho que fue arrompido?  Y si el rey creía la verdad del anuncio de Daniel, ¿por que no iba  a arrepentirse de su maldad?  “La misma noche fué muerto Belsasar, rey de los Caldeos.”  ¿No nos hace pensar del hombre rico en Lucas 12 que pensaba que tenía muchos años?  Pero, ¿Qué le dice Dios?  “Necio, esta noche vuelven á pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será?”

 

Nuestro tema en los estudios es Daniel, pero en este capítulo Dios nos ha dado un ejemplo de un hombre que no escucha la voz de Dios, y su triste fin como advertencia a todo hombre soberbio que no se interesa en lo que Dios tiene que decirle.  Daniel es nada más que el mensajero.  Espero que si hay entre mis lectores alguien de semejante punto de vista como el rey Belsasar, este mensaje pueda ser para motivo que usted escuche lo que Dios le dice, y que haya un arrepentimiento verdadero, como había con Nabucodonosor, pero no hubo con su nieto Belsasar.   Dios va a tener la última palabra.

 

Un hermano en Cristo solo por gracia, Felipe Fournier