Pedro y la venida del Señor
Léase por favor 2 Pedro 3
Queridos jóvenes y amigos,
En nuestro capitulo escuchamos a Pedro hablando de la venida del Señor
Jesús. Creo que vale la pena un resumen
del tema para que entendamos mejor el ministerio de Pedro así como desarrollado
en este capítulo.
La
bendita verdad del arrebatamiento, tan preciosa a los creyentes en Cristo, es
el terreno en la Biblia del apóstol Pablo.
No es decir que los otros apóstoles no eran concientes del
arrebatamiento, pero era uno de las verdades que eran predicadas principalmente
por Pablo. 1 Tesalonicenses 4 y 1
Corintios 15 nos da el acontecimiento que llamamos el arrebatamiento o el
rapto. Debe de ser la esperanza de cada
creyente hoy en día. “Todos ciertamente
no dormiremos, mas todos seremos transformados.
En un momento, en un abrir de ojo, á la final trompeta; porque será
tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros
seremos transformados.” “Por lo cual, os
decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos
quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros á los que
durmieron. Porque el mismo Señor con
aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo;
y los muertos en Cristo resucitarán primero: Luego nosotros, los que vivimos,
los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
Pero
se nota que el mismo Pablo predicó de otro avenamiento en el mismo libro de 1
Tesalonicenses, capitulo 5. “Porque
vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá así como ladrón de
noche, Que cuando dirán, Paz y
seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores
á la mujer preñada; y no escaparán.”
Nosotros acostumbramos de llamar esta venida del mismo Señor Jesús “La
manifestación.” El tema del capitulo 3
de Pedro no es el arrebatamiento, sino la manifestación. Estos dos acontecimientos están separados por
lo menos con siete años, siete años terribles para este mundo, siete años
terribles para los Israelitas sin fe y para toda persona que rechazó el
evangelio en el día de la gracia. En la
venida mencionada arriba, el arrebatamiento, todo creyente en Cristo vivo será
arrebatado, y todo creyente desde Adán hasta aquel día que haya muerto será
resucitado. Pero aquel acontecimiento no
será visto por el mundo inconverso. El
tema de Pedro en nuestro capitulo es la venida cuando Cristo será manifestado,
pero ya como juez para la mayoría, aunque para el remanente de Israel, como su
Mesías y Salvador.
Se
nota las palabras de los burladores “¿Dónde está la promesa de su advenimiento?
porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así
como desde el principio de la creación.”
Ellos están diciendo en tantas palabras “Dios nunca va a juzgar a este
mundo. Vamos a continuar en nuestros
pecados sin consecuencias.” Pero Pedro
les hace recordar que, aunque Dios es longánimo y paciente, en otro día vino el
juicio sobre el mundo, el juicio de un diluvio.
“Cierto ellos ignoran voluntariamente, que los cielos fueron en el
tiempo antiguo, y la tierra que por agua y en agua está asentada, por la
palabra de Dios; Por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua.”
Me
vence el tiempo, pero pienso continuar el tema para la semana que viene. Pero note algo por favor esta expresión “Mas
el día del Señor vendrá como ladrón en la noche.” Se nota sin dificultad que la venida del
Señor en el arrebatamiento no es para nada como ladrón en la noche. Es cosa de gran alegría y no de juicio; si
no, no seria “la esperanza bienaventurada.”
Por eso, puede estar seguro que cuando habla de la venida del Señor como
ladrón, esta hablando de la manifestación del Señor Jesús, al fin de la gran tribulación,
y no del arrebatamiento.
Continuaremos
Dios mediante la semana que viene.
Su
hermano solo por gracia, Felipe Fournier