David con otro gigante, y el amor de Abisai
Léase por favor 2 Samuel 21:15-22, capitulo 23
Queridos jóvenes y amigos,
Estamos llegando al fin de la vida de David. Pero, ¿se acuerda cuando los Israelitas
salieron a batalla y David no fue con ellos?
Fue entonces que cayó en tentación con una mujer. Ahora en nuestro capitulo, David es un viejo
ya, pero de todos modos, vemos que el esta saliendo
con sus soldados. Yo creo que vemos aquí
que David había aprendido la necesidad de mantenerse vigilante contra sus
enemigos, y así es en nuestras vidas.
Tenemos un enemigo que nunca va a rendirse, o quizás podemos decir que
tenemos tres enemigos implacables, el mundo, la carne, y el diablo. Hasta que estemos en la presencia de Cristo,
no podemos relajarnos de vigilancia contra estas tres cosas.
A mi
me gusta aquí ver como Abisai probó su amor para
David. Además, yo no creo que Abisai era mucho más joven que David, siendo que era hijo
de la hermana de David, pero hermana mucho mayor. “En esto Isbi-benob, el cual era de los hijos del gigante, y el peso de
cuya lanza era de trescientos siclos de metal, y tenía él ceñida una nueva
espada, trató de herir á David.” Este
hombre era hermano de Goliat, y podemos imaginar como el guardaba un fuerte
rencor y resentimiento contra David, quien en su juventud había matado a
Goliat. David estaba cansado y le
faltaba fuerzas para defenderse, pero vimos como actuó Abisai
“Mas Abisai hijo de Sarvia
le socorrió, é hirió al Filisteo, y matólo. Entonces
los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí adelante saldrás
con nosotros á batalla, porque no apagues la lámpara de Israel.” Es muy bueno ver este afecto entre Abisai y David, un afecto que no se cuidaba de su propio
peligro. ¡Ojala que tengamos nosotros
semejante amor por nuestro David, el Señor Jesucristo!
Quiero
adelantar al capitulo 23 para ver otro ocasión cuando vemos el amor de Abisai, un hombre tan distinto de su hermano Joab, como hemos comentado antes. “Y tres de los treinta principales
descendieron y vinieron en tiempo de la siega á David á la cueva de Adullam: y el campo de los Filisteos estaba en el valle de Raphaim. David entonces estaba en la fortaleza, y la
guarnición de los Filisteos estaba en Beth-lehem. Y David tuvo deseo, y dijo: ¡Quién me diera á beber
del agua de la cisterna de Beth-lehem,
que está á la puerta! Entonces los tres valientes rompieron por el campo de los
Filisteos, y sacaron agua de la cisterna de Beth-lehem, que estaba á la puerta; y tomaron, y trajéronla á David.”
Vemos
en esta historia tan maravillosa el amor de estos hombres, que ni siquiera
tuvieron un mandamiento de David para buscarlo agua. Solo escucharon el deseo de David para el
agua del pozo de su juventud, y arriesgaron todo para conseguirla, por puro
amor. Este es la obediencia que trae la
gracia. La ley hace sus demandas,
pidiendo de nosotros lo que no queremos rendir.
La gracia nos ha hecho hijos de Dios, y nos ha dado corazón que desea
agradarlo en todo, no por obligación, sino por amor.
¿Qué
hizo David con el agua? “mas él no la
quiso beber, sino derramóla á Jehová, diciendo: Lejos
sea de mí, oh Jehová, que yo haga esto. ¿He de beber
yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida?” Yo he meditado sobre esto que hizo David,
pensando ¿Por qué no iba a tomar tal agua, cuando sus soldados habían trabajado
tan fuerte para traerla? Pero yo creo
que la respuesta es esto, que David reconoció que tal amor, tal sacrificio era
algo que el no merecía. Un sacrificio
tan tremendo era algo que pertenecía a Jehová y no ha un mero hombre como
David. Por eso, derramó el agua en
sacrificio a Jehová.
Hay
mas cosas que queremos meditar en el capitulo 23, y unas cuantas cosas en el
capitulo 22 también, pero dejamos para otro estudio. Quiero mencionar la páquina Web de otro
hermano en Cristo, Benito Ortiz, de Chile, que se dedica a traducir ministerio
escrito en ingles al castellano. Se
encuentra aquí http://graciayverdad.tripod.com/
bastante ministerio muy edificante.
Su
hermano solo por gracia, Felipe Fournier