David, algo mas de sus tribulaciones
Léase por favor 2 Samuel 16
Queridos jóvenes y amigos,
Hemos
hablado ya sobre este capitulo, pero quería comentar algo mas sobre dos
personajes, los de Semei y Abisai. Semei era de la
tribu de Saúl, y quizás por esto sentía un profundo resentimiento contra
David. Sus palabras eran fuertes y sus
hechos crueles. David andaba cansado y
atribulado, y llegó Semei
con estas palabras y maldiciones “Sal, sal, varón de sangres, y hombre de Belial; Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la
casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado: mas Jehová ha entregado el
reino en mano de tu hijo Absalom; y hete aquí
sorprendido en tu maldad, porque eres varón de sangres.” En esta oración, lleno de veneno, vemos algo
de verdad mezclado con grande porción de mentira. Y así es la calumnia casi siempre; pequeño
cantidad de verdad torcida para acusar alguien.
Muy doloroso era para David sin duda escuchar estas palabras. Pero se nota la respuesta de David que nos
hace pensar del Señor Jesucristo “Quien cuando le maldecían no retornaba
maldición: cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga
justamente.” 1 Pedro 2:23 Pero lo que sigue no se puede atribuir a
David, quien en verdad estaba sufriendo en la disciplina de Jehová por su
desobediencia. De Cristo en su
obediencia leemos estas benditas palabras “El cual mismo llevó nuestros pecados
en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros siendo muertos á los pecados,
vivamos á la justicia: por la herida del cual habéis sido sanados.”
Vemos
otra personalidad de Abisai, un hombre valiente con
gran amor para David, pero no siempre con sabiduría. El sintió profundamente el insulto de las
palabras de Semei y quiso ejecutar la venganza. “¿Por qué maldice este perro muerto á mi
señor el rey? Yo te ruego que me dejes pasar, y quitaréle
la cabeza.” Era muy capaz Abisai de hacer lo que dijo. El mismo mas tarde iba a probar su devoción a
David, apoyándole y matando el hermano de Goliat que intentaba matar a
David. Pero, se nota aquí que no era el
tiempo de ejecutar juicio; era el tiempo de sufrir y no amenazar. Lo bonito que veo aquí en Abisai
es el contraste entre el y su hermano en la carne, Joab,
que era capitán del ejercito de David. Joab era famoso en su valentía, pero también en su rehuso
de obedecer los deseos de su jefe David.
Abisai en varias ocasiones había pensado hacer
algo en apoyo de David, pero David no le dejó hacerlo. Y, ¡que bueno es ver que Abisai
sometió sus hechos a la voluntad de David!
Es buen ejemplo entonces por nosotros, que a veces carecemos de
sabiduría a pesar de nuestra devoción.
Es bueno ser devoto a nuestro Señor Jesucristo. Pero también es necesario hacer como Abisai y consultar del Señor antes que salir para hacer
algo que a nosotros nos parece bueno. El
Señor tiene en valor la devoción, como por ejemplo la devoción de Maria quien
buscaba su cuerpo después de su muerte (Juan 20). Pero también desea nuestro obediencia, y que
seamos sabios en cuanto a su voluntad, que el nos revela por la Biblia, su
palabra.
Su
hermano solo por gracia, Felipe Fournier