Ministerio libre en la conferencia de Burbank
Queridos jóvenes y amigos,
Estoy en vía para conferencia en Bogota, Colombia, pero antes de que me
vaya de la memoria, quiero decirles algo mas de lo que escuchamos en la reunión
de ministerio libre en Burbank.
El
hermano Stan Jacobson nos repitió
una y otra vez este versículo de Galatas 6:9 “No nos
cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos
desmayado.” Tomó por su sujeto el tema
de desmayar, cuando las dificultades del camino son muchos. Habló de Pablo, quien al fin de su
peregrinaje podía decir “No lo digo en razón de indigencia, pues he aprendido á
contentarme con lo que tengo. Sé estar
humillado, y sé tener abundancia.”
Filipenses 4:11-12 En otras
palabras, no había circunstancia externa que podía hacer al apóstol Pablo
desmayar, porque “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Pero,
hay muchos ejemplares en la Biblia de hombres quienes desmayaron. El hermano nos trajo a Génesis, donde vemos a
Abraham que, por causa del hambre en la tierra prometida, descendió a Egipto,
lugar que Jehová nunca le había indicado que fuera. Los resultados en su sobrino Lot eran graves en extremo.
Después, Moises, en el desierto en Números 20, se puso muy cansado con
las circunstancias externas, pues el pueblo era muy rebelde y su espíritu fue
provocado. Jehová le había dicho “hablad
á la peña en ojos de ellos; y ella dará su agua.” Pero Moises estaba enojado, y
en vez de hablar a la peña, “hirió la peña con su vara dos veces.” En las palabras del versículo, desmayó frente
la prueba tan fuerte, y le costó fuerte, pues perdió la entrada en la tierra
prometida.
También
nuestro hermano nos refirió a algo que hemos estudiado nosotros en la vida de
David; esto es, sus palabras en 1 Samuel 27 “Y dijo David en su corazón: Al fin
seré muerto algún día por la mano de Saúl: nada por tanto me será mejor que
fugarme á la tierra de los Filisteos.”
¿Cómo iba a morir David, quien había sido ungido rey sobre Israel? Bueno, las circunstancias eran difíciles, sin
duda, y falló en su fe.
Por
fin vimos el único ejemplo perfecto, que se halla solo en la bendita persona
del Señor Jesucristo, quien en Lucas 10 habló de cómo su propio pueblo había
visto todas sus señales, y aun quedaban incrédulos, peor que otras naciones
paganas. Pero aun así “En aquella misma
hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh
Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas á los sabios
y entendidos, y las has revelado á los pequeños: así, Padre, porque así te
agradó.” Nunca desmayó el Señor Jesús a
pesar de todas las circunstancias que le eran muy en contra.
De
igual manera de ánimo, sabemos en todos los casos mencionados arriba, había la
gracia que intercedió. Abraham fue
restaurado a la tierra prometida, y Jehová le apareció una y otra vez después
de su desvío. Moises, aunque perdió la
entrada en la tierra prometida por medio de su perdida de mansedumbre, se ve en
el monte de transfiguración con Elías y el mismo Jesús (Marcos 9:1-8). David, sabemos, pasó por duras tribulaciones
estando en tierra de los Filisteos, pero fue restaurado en su alma y llegó a
ser rey exactamente como Jehová le había prometido. Así que, mis amigos y jóvenes, aunque hayamos
desmayado el en camino, siempre hay camino de restauración por el que en verdad
es arrepentido. Y nosotros, que quizás
estemos a punto de desmayar, recordemos las palabras de Pablo a Timoteo en 2
Timoteo 3:14 “Persiste tu” y sigamos adelante, diciendo con el apóstol Pablo “todo
lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Trataré
de poner algunas fotos de la conferencia en Colombia en la páquina web este fin de semana; al momento estoy muy atrasado en
todo, pero era tiempo feliz y pude conocer muchos hermanos nuevos.
Su
hermano solo por gracia, Felipe Fournier