Dispensaciones:
El día de gracia, pobre pero rico
Léase
Apocalipsis 2:8-11
Queridos
jóvenes y amigos,
Entre las
siete asambleas o iglesias, las cuales Dios mediante estaremos estudiando en
las semanas que viene, solo vemos dos en que el Señor no halló defecto. Solo tenemos aquí cuatro versículos que nos
hablan de esta asamblea de Smirna, y no se encuentra
cualquier reprensión. Esta asamblea
existía en los tiempos de grande persecución de los cristianos entre el primer
y cuarto siglo, cuando diez emperadores romanos perseguían hasta la muerte a
muchos creyentes. Recomiendo el libro
“El Mártir de los Catacumbas” para saber algo de las cosas terribles que
sufrieron los santos de esta época.
Me
maravillo de estas palabras “Yo sé tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza
(pero tú eres rico)”. Me acuerdo bien de
una visita que hice a un hermano en la Republica Dominicana. El es diabético y perdió una pierna por
resultado. Mueve ahora en una silla de
ruedas y vende unas cuantas cosas de su casucha para mantenerse, en una forma
muy pobre. Pero el es rico en su
herencia celestial. Abriendo la Biblia,
su cara se transforma de uno lleno de gozo y contentamiento. El suelo de la casa es de tierra, pero el no
se preocupa de esto, sabiendo que un día muy pronto el va a caminar con ambas
piernas sobre la calle de oro en el cielo.
He pasado tiempos sumamente felices en su casa sobre la palabra de
Dios. Yo creo que es esto de que hablaba
a los perseguidos cristianos de la época de Smirna. Sumamente pobres eran para con este mundo,
pero ricos en fe, ricos en espíritu.
Me
hago la pregunta a mi mismo si soy mas como los de Smirna,
o mas bien semejante a los de Laodicea, los cuales
dijeron “Yo soy rico” pero la verdad era esto “y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo”. La palabra de Dios a ellos era “Yo reprendo y
castigo á todos los que amo: sé pues celoso, y arrepiéntete.” Si hemos caído en esta trampa, que el Señor
nos concede que arrepintamos y busquemos la verdadera riqueza que hay para
nosotros, caminando en comunión con El.
Una
cosa mas que creo que es importante notar; el apóstol Pablo escribió a Timoteo
“Amonesto pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones,
peticiones… Por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que
vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.” 1 Timoteo
2:1-2. Hemos notado como las
persecuciones producían en los santos de Smirna una
piedad codiciable. Pero no es por
nosotros orar, pidiendo persecución para que seamos mas piadosos, mas fieles al
Señor Jesús. Más bien, oramos por las
autoridades que vivamos reposadamente en toda piedad y honestidad. ¡Que el Señor nos ayude que haya en nosotros
la riqueza que hubo en los santos de aquel entonces!
Su
hermano solo por gracia, Felipe Fournier