Dispensaciones: Pergamo, apartando del camino
Léase por favor Apocalipsis 2:12-17
Queridos jóvenes y amigos,
Es con tristeza que pasamos de la belleza de condición en que encontramos a
Smirna, a los de Pergamo. Históricamente, este periodo de la iglesia se
encuentra empezando en el cuarto siglo.
Hubo uno de los últimos emperadores del imperio Romano llamado
Constantino que era gran cambio de los que habían sido antes que el. Los emperadores en el tiempo de Smirna perseguían
los creyentes en Cristo hasta la muerte.
En cambio, Constantino decidió que el Cristianismo era una cosa tan
buena que iba a obligar la gente recibirlo.
Hay una historia que dice que hizo los soldados de su ejército adentrar
en el río con sus caballos a fin de bautizarse todos de una vez. El ceso de persecución era gran alivio a los
creyentes. Pero hubo gran desventaja
también. Vamos a considerar estos
versículos de Apocalipsis.
Vemos en el verso 13 que si, hubo fieles en este periodo, que empezó con la
misma persecución de Smirna. Es bien
instructiva ver como en Señor nota y menciona primero lo bueno que había en
cada época con cada iglesia.
Lamentablemente nosotros tenemos el mal costumbre de siempre enfocar en
lo malo y olvidar lo bueno que hay en nuestros hermanos en Cristo. Seria mejor seguir el ejemplo que nos es dado
en la escritura si queremos amonestar a nuestros hermanos en una manera eficaz.
Vemos en el verso 14 “la doctrina de Balaam”. ¿Qué puede ser esto? Ojala que hemos leído esta historia tan
interesante de Balaam en Numeros 22 a 24.
Si no, les recomiendo que lean, pues esta lleno de enseñanza, pues nos
habla de cómo el enemigo quería maldecir el pueblo de Israel, pero se encontró
totalmente incapaz de hacerlo. Este
falso profeta es mencionado tres veces en el nuevo testamento; en 2 Pedro 2:15
es el camino de Balaam; en Judas 11, es el error de Balaam; y aquí en nuestro
capitulo, es la doctrina de Balaam.
Seria de mucho provecho considerar estas tres cosas y quizás lo haremos
en otro estudio, pero por el momento vamos a meditar un poco la doctrina de
Balaam.
Balac con Balaam no era capaz de maldecir el pueblo bendito de Jehová. Pero aquí aprendemos algo muy importante
acerca del poder del enemigo, Satanás. “Balaam,
el cual enseñaba á Balac á poner escándalo delante de los hijos de Israel, á
comer de cosas sacrificadas á los ídolos, y á cometer fornicación.” Siendo incapaz de maldecir, Balaam enseñó a
Balac que hubo otro remedio para la amenaza del pueblo de Israel. Le enseñó así “Déselos sus mujeres, pues así
van a callar bajo el juicio de Dios mismo”.
Y desgraciadamente el pueblo de Israel cayó en la trampa y llegaron a
deshonrar a Jehová, mezclándose con los
Moabitas y cometiendo fornicación.
Aquí vemos el desventaja del periodo del día de la gracia que vino después
de Constantino. Cesando la persecución, empezó
otra cosa más engañosa, que era la mezcla de verdadero cristianismo con el
mundo. El ser “Cristiano” llegó a tener
ciertas ventajas, a ser en cierto sentido popular. Esto produjo clase de “Cristiano” que era
nada más que profesante. Los Cristianos
verdaderos llegaron a adoptar prácticas del mundo idolatra dentro del cual
vivían.
El Señor
Jesús oró en Juan 17 así “No ruego que los quites del mundo, sino que los
guardes del mal. No son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo.” En el tiempo
de Pergamo, el enemigo, habiendo perdido la batalla contra los cristianos por
la persecución, ganó cierta victoria con el remedio de engaño, la mezcla de la
iglesia con el mundo. Pero es muy animoso
leer la promesa para los fieles que reconocían que la separación del mundo, aun
el mundo amistoso, era algo que agrada al Señor. “Al que venciere, daré á comer del maná
escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo
escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.” Creo que el mana escondido es Cristo en su
humillación aquí en el mundo. La
piedrecita debe de ser la comunión con Cristo reservado por los que no se
contaminan con el mundo.
¡Que
el Señor nos de el espíritu de los fieles en Pergamo, y nos guarde de la
doctrina de Balaam!”
Su
hermano en Cristo, solo por la gracia, Felipe Fournier