Dispensaciones: El día de Gracia, hombre responsable
Léase Apocalipsis 2:1-11
Queridos jóvenes y amigos,
Hace dos semanas leemos de la introducción de gracia a los judíos, y como
ellos, matando a Esteban, rechazaron el último testimonio como nación. Ahora la salvación iba a salir para todos,
judíos y gentiles, todos bajo el pecado, pero así dignos de la salvación, pues
“Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” 1Timoteo 1:15.
Encontramos un diagrama de la dispensación de gracia en los capítulos 2 y 3
de Apocalipsis. Son las epístolas a las
siete asambleas en Asia, escrito por Juan, discípulo y apóstol del Señor
Jesús. Claro que había siete asambleas
en aquel entonces y el apóstol tenia algo que decirles a ellas. Pero también
sabemos que estas cartas fueron escritas como profecía de la
dispensación de gracia. Dios mediante,
vamos a hacer un pequeño estudio sobres estas epístolas en las semanas que
vienen.
En nuestro estudio de hoy consideremos a Apocalipsis 2,
donde vemos algo del primer siglo, quizás empezando donde termina el libro de
los Hechos. Leemos primeramente “El que
tiene las siete estrellas en su diestra, el cual anda en medio de los siete
candeleros de oro”. Las estrellas nos
hablan de los responsables en la asamblea, los que lideran. Es importante ver que están en la diestra del
Señor Jesús, que seguramente es el que anda en medio. Los que lideran en la asamblea son
responsables al Señor, como vemos en Hebreos 13 ”Obedeced á vuestros pastores, y
sujetaos á ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han
de dar cuenta”. ¿A quien han de dar
cuenta? A veces nosotros, como jóvenes
(yo no soy tan joven, pero pienso de mi mismo así en cuanto a la administración
de la asamblea porque hay varios hermanos mucho mayor que yo que lideran en
nuestra asamblea) que ellos han de dar cuenta a nosotros, pero no es así. Hay que respetar la posición en que el Señor
les ha puesto, aunque quizás no siempre estamos de acuerdo con sus pensamientos
y acciones.
¿Qué quiere decir “candeleros de oro”? Bueno, un candelero tiene vela, y esta vela
es para alumbrar. “Oro” nos habla de la
justicia divina. Así que, la asamblea es
un testimonio para el Señor Jesús en este mundo, compuesto de santos que han
recibido la vida eterna y justicia divina por medio de la obra de Cristo. Sabemos que somos testimonio individualmente
pero quizás olvidamos que somos testimonio también corporalmente. Leemos en Juan 17 “Para que todos sean una
cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros
una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste.”
Había cosas de
admirar en la asamblea o iglesia en Efeso.
“Yo sé tus obras, y tu trabajo y paciencia”. Suena bien, hasta que vemos que dijo el
apóstol Pablo a los santos en la epístola a los Tesalonicenses “Sin cesar
acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del
trabajo de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señor nuestro
Jesucristo”. Vemos como en Efeso no era
ya obra de fe, trabajo de amor, y paciencia de esperanza, sino simplemente
obra, trabajo, y paciencia. Esto era
resultado de lo que vemos en verso 4 “Pero tengo contra ti que has dejado tu
primer amor.” ¡Que tragedia que había
todo lo externo, sin el corazón para Cristo!
Tan pronto después de la muerte de los apóstoles, la asamblea empezó a
desviarse de corazón del camino de Dios.
Y cuantos de nosotros hemos caído en semejante trampa, manteniendo lo
exterior después de enfriarse de adentro.
¡Que el Señor nos ayude a cada uno de nosotros
mantenernos cerca de Jesús, siempre meditando en su amor por nosotros! Solo así podemos evitar el triste resultado
que vemos aquí en la epístola a los de Efeso.
Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier