Dispensaciones:
Israel bajo ambos ley y Gracia
Léase Éxodo
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Queridos
jóvenes y amigos,
Hemos visto
el fracaso total del hombre bajo la ley.
Vemos en este capitulo que Dios tuvo que añadir otro principio para
salvar el hombre de destrucción total. “Tendré
misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré
clemente.” Verso 19. Es en este lugar se
encontraron los Israelitas de aquí para adelante hasta que llegaron al día de
gracia, porque en verdad, el hombre no puede permanecer delante de Dios de otro
modo. Pero aquí no se ve ya la pura
gracia. Dios dijo a Moisés “No podrás
ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá.” Pero a nosotros en el día de gracia, vemos
otra cosa; “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz,
es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento
de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.” 2 Corintios 4:6. ¡Oh, que triste es
ver tantos creyentes en Cristo que prefieren las reglas de ley, en vez de gozar
de la pura gracia de Dios manifestado en Cristo! Moisés en nuestro capitulo quiso ver la
gloria de Dios. Pero bajo la ley, no fue
posible, y nosotros, si queremos regresar a la ley, o sea, obediencia a una
lista de reglas, cualquiera que sea, vamos a sentir este mismo
aislamiento.
Como vemos
arriba, la ley siempre pone distancia entre el hombre y Dios porque el hombre
es pecaminoso. Pero Moisés, entendiendo
bien que todo había cambiado, hizo una cosa notaria; “Y Moisés tomó el
tabernáculo, y extendiólo fuera del campo, lejos del
campo, y llamólo el Tabernáculo del Testimonio.” Moisés entendió que ya no hubo la misma
cercanía a la presencia de Dios como antes para toda la congregación. Pero bajo el nuevo principio de que Dios
había puesto, la mezcla de gracia con ley, Moisés supo que puede haber cercanía
para aquellos que quisieron acercar. Así
leemos estas palabras benditas “cualquiera que requería á Jehová, salía al
tabernáculo del testimonio, que estaba fuera del campo.” Algunos no tuvieron el interés, o quizás la
energía, para salir fuera del campamento.
“Levantábase todo el pueblo, cada uno á la
puerta de su tienda y adoraba.”
¿Qué
instrucción tiene para nosotros todo esto?
Vamos a Hebreos 13 y leemos estas palabras de animo “Salgamos pues á él
fuera del real, llevando su vituperio.”
¿Por qué era necesario salir del campamento? ¿No adoraban muchos desde las puertas de sus
tiendas? Seguro que si, y pienso que
esta adoración era aceptable a Jehová.
Pero ¿no se ve muy importante la amonestación de Hebreos
de salir a El? Los fieles en Israel que
buscaron la presencia de Jehová, no podían quedar dentro del campamento. Era necesario salir al tabernáculo, lejos del
campamento. Para que no estemos
inciertos de que consiste en campamento, lo vamos a decir bien clara. El campamento es todo que retiene las huellas
de judaísmo en su modo de congregar y adorar.
Instrumentos de música, ropas especiales, templos magníficos, una línea
sacerdotal o aun pastoral oficial, todos estos son huellas del judaísmo. Si queremos gozar de la presencia del Señor
Jesucristo, como tenemos en Mateo 18:20, “allí estoy en medio de ellos”,
entonces tenemos que salir del campamento.
Eso no es para condenar a muchos creyentes que permanecen en el
campamento, adorando “en las puertas de sus tiendas” como la mayoría de los
Israelitas, sino para animar a los que quieren el lugar de cercanía que es
disponible a todo creyente.
“Llevando
su vituperio.” ¿Qué es esto? Los que han salido saben que es. Pero por la gracia de Dios creemos que vale
la pena sufrir el vituperio y honrar a Cristo.
¡Que el Señor nos de a cada uno mas deseo para la presencia de Cristo,
aunque nos cueste algo!
Su hermano
solo por gracia, Felipe Fournier