Pedro y el tributo
Léase por favor Mateo 17:24-27
Queridos jóvenes y amigos,
Son pocos versículos que forman nuestro estudio esta semana, pero
interesantes. Pienso pegar todo aquí
siendo que no es mucho, pues yo se que algunos de ustedes se encuentran en
cabina sin tener la Biblia para ver los versículos.
“Y
como llegaron á Capernaum, vinieron á Pedro los que cobraban las dos dracmas, y
dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? El dice: Sí. Y entrando él en casa, Jesús le
habló antes, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quién
cobran los tributos ó el censo? ¿de sus hijos ó de los extraños? Pedro le dice:
De los extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos son francos (exonerados). Mas porque no los escandalicemos, ve á la mar,
y echa el anzuelo, y el primer pez que viniere, tómalo, y abierta su boca,
hallarás un estatero: tómalo, y dáselo por mí y por ti.”
¿Qué
pues tenemos aquí? ¿Qué era este
impuesto o tributo que querían cobrar del Señor Jesús? Creo que vemos la respuesta en Éxodo 30:13 y
16 “Esto dará cualquiera que pasare por la cuenta, medio siclo conforme al
siclo del santuario… y lo darás para la obra del tabernáculo del testimonio.” Así que era un impuesto para el templo que
estaban cobrando, no era el impuesto de los Romanos de lo cual Jesús dijo “Dad
lo que es de César á César; y lo que es de Dios, á Dios.” Marcos 12:17
¿Cómo
iba a pagar el Hijo amado del Padre el impuesto de la casa de su Padre, o sea,
el impuesto del templo? ¿No había
escuchado Pedro las palabras del Padre, anunciados en forma tan maravillosa,
que vimos la semana pasada? “Este es mi
Hijo amado: á él oíd.” Parece que no
sabia aplicar lo que había escuchado a la vida practica. Temo que es así muchas veces con nosotros,
pues quizás pensamos que lo que aprendemos la escritura no tiene nada que ver
con la vida de hoy en día. Es muy triste
si sea así, o si tenemos la costumbre de aplicar la escritura a otros y no a
nosotros mismos.
Me
acuerdo de hace mucho tiempo cuando tocaba al hermano Daniel Brimlow obligación
de servicio militar. El hermano estaba
llenando trámites para no servir por conciencia. Daniel me leyó en voz alta esta oración de su
tramite “Tus creencias tienen que influir tu vida.” ¿Cómo es con nosotros? ¿Puede el mundo notar que nuestras creencias
influyen a nuestras vidas?
Es
notable como el Señor en tierna gracia trata con Pedro y sus errores. El maestro no tuvo dinero para pagar el
impuesto, y mostró su poder por medio de un pez con moneda en su boca, otra
prueba que El era Hijo, que no tenia ninguna necesidad de pagar impuesto. Pero el Señor se identificó con Pedro usando
las palabras “Mas porque no los escandalicemos.” ¡O maestro bueno, que seamos mas como ti!
Su
hermano solo por gracia, Felipe Fournier