La Fiesta de Cabañas o Tabernáculos, Cristo Reinando en Justicia
Léase por favor Levítico 23:33-44, Salmo 72, Mateo
17:1-8
Queridos jóvenes y amigos,
“Y tomaréis el primer día gajos con fruto de
árbol hermoso, ramos de palmas, y ramas de árboles espesos, y sauces de los
arroyos; y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días.” La semana pasada vimos como la fiesta o día
de expiación no habla de gozo, sino de tristeza, cada uno arrepentido por haber
crucificado su Mesías. Pero en esta fiesta
vemos algo muy diferente, una fiesta de gozo.
Nos habla del día de lo que nosotros llamamos el Milenio, que es el
reino de Cristo sobre este mundo como se nos describe en el Salmo 72 y en mucho
otros lugares. Sugiero que también lean
en Mateo 17 sobre la transfiguración, porque allí vemos también prototipo de
aquel día, cuando el Señor Jesús va a ser exaltado en ojos de todo el
mundo.
Leemos
estas palabras bonitas en Salmo 72 “Juzgará los afligidos del pueblo, Salvará
los hijos del menesteroso, Y quebrantará al violento.” Los afligidos serán los hijos de Israel,
perseguidos durante la gran tribulación, y forzados de huir de la tierra por
mandamiento del Señor “Entonces los que están en Judea, huyan á los montes.”
Mateo 24:16 Pero en esta fiesta los
vemos contentos, alegres, gozando en la paz y tranquilidad que no han tenido
por miles de años. Vemos a la nación de
Israel hoy en día luchando con armas de la carne para establecer esta paz, pero
sin su Mesías. Nosotros los creyentes no
debemos estar maravillados que esta paz no se consigue así, a pesar de todo sus
esfuerzos. El violento no quiere la paz,
sino quieren eliminar a la nación. Pero
en aquel día “Delante de él se postrarán los Etíopes; Y sus enemigos lamerán la
tierra. Los reyes de Tharsis y de las islas traerán presentes: Los reyes de
Sheba y de Seba ofrecerán dones. Y arrodillarse han á él todos los reyes; Le
servirán todas las gentes.” Salmo 72:9-11
El fruto de su arrepentimiento y fe en su Mesías, el Señor Jesucristo, su
rey y su Dios, cambiará todo.
Hay
una cosa más que veo muy interesante.
Este versículo “Empero á los quince del mes séptimo, cuando hubiereis
allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días: el
primer día será sábado; sábado será también el octavo día” sugiere algo muy
interesante. Se nos enseña que en el
antiguo testamento, la profecía no llega hasta el día de la eternidad, sino
termina con el Milenio. El sábado habla
en figura de este día que estamos considerando, el Milenio, cuando habrá descanso. Pero aquí habla en breve del “octavo
día.” No digo que sea una profecía, pero
veo que puede ser una sombra del día de la eternidad, cuando Cristo será “todo
en todo.”
Hay
que recordar que el Milenio no es perfección.
El hombre todavía tendrá su corazón malo, pero no se va a mostrar
abiertamente, pues El que reina en justicia va a juzgar todo malo. Satanás, en este periodo de tiempo, estará
atado según Apocalipsis 20:2-3 “Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua,
que es el Diablo y Satanás, y le ató por mil años; Y arrojólo al abismo, y le
encerró, y selló sobre él, porque no engañe más á las naciones, hasta que mil
años sean cumplidos: y después de esto es necesario que sea desatado un poco de
tiempo.” Pero al fin de este tiempo de
paz, Satanás suelto, el hombre inconverso vuelve a su naturaleza rebelde. “Y saldrá para engañar las naciones que están
sobre los cuatro ángulos de la tierra, á Gog y á Magog, á fin de congregarlos
para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Subieron
sobre la anchura de la tierra, y circundaron el campo de los santos, y la
ciudad amada: y de Dios descendió fuego del cielo, y los devoró.”
Así el
hombre, aun sin la tentación del diablo, es totalmente perdido sin el nuevo
nacimiento. Solo en la eternidad, con
nueva tierra y nuevo cielo, no habrá mas pecado. Pero de este día solo leemos en el nuevo
testamento. “Bien que esperamos cielos
nuevos y tierra nueva, según sus promesas, en los cuales mora la justicia.” 2
Pedro 3:13 En el Milenio, justicia reinará,
pero en la eternidad la justicia va a morar.
Pienso
hacer unos comentarios más sobre esta fiesta la semana que viene. Después, tengo pensado quizás estudiar algo
sobre las vidas de Daniel o de Pedro, pero estoy dispuesto escuchar si alguien
tenga otro deseo. Que me escriba, por
favor.
Su
hermano solo por gracia, Felipe Fournier