Hechos 3, Segunda parte
Queridos jóvenes y amigos,
Quiero decir un poco mas acerca del capitulo 3 de Hechos. Se nota lo que Pedro dijo en verso 19 y
adelante: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean
borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de
refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de
la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos
profetas que han sido desde tiempo antiguo.”
Hace 24 años yo trabaja con un señor que era
creyente, pero cuya doctrina era muy errónea.
Siempre me había salido difícil encontrar sujeto en que nosotros
pudiéramos conversar para gozar comunión como creyentes en Cristo. Un día le dije algo así “hermano, ¿hay algún
versículo en que usted ha estado meditando recién, que le ha gustado?” Me contestó que si, y me refirió al pasaje de
arriba. Me dijo que había estado leyendo
un libro que le explicó que los “tiempos de refrigerio” refieren a hoy en día y
la prueba de esto era el hablar en lenguas y hacer milagros y señas. Él, siendo Pentecostal,
o como dicen algunos “Carismático” siempre buscaba algo para apoyar su deseo de
aplicar lo de los primeros capítulos de Hechos a sí mismo. Puede imaginar cuan decepcionado me sentí que
otra vez estaba frustrado en mi deseo de poder tener comunión con este hermano,
en cuya compañía estaba todos los días en el trabajo. También me molestaba que no éramos así muy buen testimonio a nuestro patrón, que era
inconverso y otro joven que trabajaba allí.
Bueno, los últimos versículos de Hechos 3 nos
enseñan más bien que Dios estaba dando otra oportunidad a la nación de
Israel. “Los tiempos de refrigerio” no
son hoy en día y sabemos esto por muchas razones. La enseñanza de Pedro era que Jesucristo
hubiera vuelto para establecer su reino si ellos como nación hubieran recibido
su mensaje. De esto habían hablado los
profetas. Del día de la gracia no habían
hablado los profetas porque era misterio en el antiguo testamento. No vino Cristo en aquel entonces, porque
vemos claramente en Hechos 7 que rechazaron y apedrearon al mensajero fiel
Esteban. La nación quedó bajo la maldición que habían llamado sobre si misma
con estas palabras “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.”
Claro que vendrán los tiempos de refrigerio porque Dios es fiel a su promesa;
Israel será restaurado a su tierra con fe en Cristo, y el mismo Cristo vendrá
para librarles de sus enemigos, y habrá un arrepentimiento nacional de que
leemos en Zacarías 12 “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los
moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a
quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito”.
Su hermano por gracia, Felipe Fournier