Queridos jóvenes y amigos,
Vemos algunas cosas interesantes en el
capitulo 19 de Hechos. Pero solo pienso
hablar de dos cosas en este capitulo.
Vemos en el principio de este capitulo que Pablo encontró a varios
hermanos mal instruidos. Quizás haremos
la pregunta, “¿Porque sea que estos discípulos solo conocían el
bautismo de Juan?” Creo que pronto
encontramos la respuesta. Pablo había
estado haciendo cosas que no debía haber hecho en el capitulo 18. Escucha estas palabras, que parecen
imposibles, conociendo al apóstol “habiéndose rapado la cabeza en Cencrea, porque tenía hecho voto”; “diciendo: Es necesario
que en todo caso yo guarde en Jerusalén la fiesta que viene;” ¿Que es esto, Pablo? ¿Rapando la cabeza? ¿Haciendo votos? ¿Guardando fiestas? ¿No pertenece todo esto a orden de cosas que
tu mismo habías dicho que se ha pasado?
Bueno, sabemos que
era muy difícil para los judíos, incluso el apóstol Pablo, abandonar las
tradiciones que habían aprendido desde la niñez. Y yo creo que debe de ser buena lección por
nosotros, que a veces esperamos que los recién convertidos muy pronto abandonen
todas las cosas que les ocupaban antes que conocieron
el Señor. Nosotros conocemos una señora
que ha estado asistiendo el estudio bíblico en español ya por varios anos. No tenemos duda que ella conoce el Señor como
salvador. Ella ha confesado que los
símbolos que usa la iglesia Católica son ídolos. Pero, ella sigue asistiendo, sin duda por
causa de la tradición, pues siempre iba allá.
Esperamos que el Señor la libre de esta sistema tan errónea, pero a la
vez tenemos paciencia, esperando que la obra en su corazón sea hecha de Dios, y
no por hombres.
Una cosa mas; en el fin del capitulo 19
vemos buen ejemplo de la política y nos da buen motivo al creyente no meterse
en la política. Había gran alboroto,
mucha gente gritando, pero en el fondo de todo, era solo cuestión de
dinero. “Unos, pues,
gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los
más no sabían por qué se habían reunido.”
Así es casi siempre con el político. Pablo quería meterse en el asunto, pero
después de todo, vemos que la cosa fue arreglada por el Señor, sin que Pablo
hiciera cualquier cosa. Evitamos la
política, hermanos, porque pertenece a un mundo que no conoce su principio ni
su fin, pero nosotros tenemos la sabiduría de la escritura para guiarnos y
protegernos.
Su hermano por gracia, Felipe Fournier