Pedro se equivoca grandemente

 

Léase por favor Mateo 16:20-28

 

Queridos jóvenes y amigos,

Nuestra porción de la escritura empieza con algo muy solemne “Entonces mandó á sus discípulos que á nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.”  ¿Qué es esto?  ¿Por qué no habían de anunciar ya que Jesús era el Cristo?  La solemnidad era esto que después de tanto testimonio la nación de Israel había rechazado a su Mesías, el Cristo.  (Las dos palabras quieren decir lo mismo, esto es el Cristo y el Mesías.)   Ya sabemos que Dios es longánimo, no queriendo que nadie perezca.  Pero vemos aquí que había un fin, y la nación había ya agotado la paciencia de Dios.  Y usted, querido lector, ¿ha escuchado una y otra vez el mensaje de salvación por plena gracia?   Hay que darse cuenta de que hay límites en la paciencia de Dios.

De este punto para adelante vemos el Señor como rechazado por la nación y esperando la cruz.  “Desde aquel tiempo comenzó Jesús á declarar á sus discípulos que le convenía ir á Jerusalem, y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.”  ¿Cómo podía el Señor decir que le convenía tal cosa?  Nosotros sabemos demasiado bien porque, pues nuestros pecados eran tales que solo el sacrificio perfecto de Jesucristo en la cruz era suficiente para hacernos dignos de estar en la casa del Padre.  Pero Pedro aun no entendió esto, y pensando el solo de reino, con Cristo cabeza de la nación de Israel, dijo “Señor, ten compasión de ti: en ninguna manera esto te acontezca.”

Este es el mismo hombre que unos minutos antes había confesado al Señor en una manera maravillosa.  Pero nos damos cuenta de una vez porque Pedro no hubiera podido ser “la roca” sobre la cual Jesucristo iba a edificar su iglesia, pues las palabras que dijo aquí eran inspiradas de Satanás.  “Entonces él (Jesús), volviéndose, dijo á Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás; me eres escándalo; porque no entiendes lo que es de Dios sino lo que es de los hombres.”  Palabras bien fuertes sin duda, pero necesarios para el bien de Pedro, para no decir toda cosa que le venia a la mente, siendo que era posible ser instrumento de Satanás.

Me parece interesante como vemos que Satanás no entiende lo que es de Dios.  Por el lado que tenemos aquí, vemos que Pedro por la influencia del Diablo, sugiere que Cristo no fuera a la cruz.  Por otro lado, el mismo Diablo influyó a Judas que entregara al Señor Jesús para ser crucificado.  “Y tras el bocado Satanás entró en él. Entonces Jesús le dice: Lo que haces, haz lo más presto.” Juan 13:27  Parece que Satanás no sabia que hacer, y se entiende porque el no puede entender los planes de Dios.  Este nos da ánimo sabiendo que a nosotros por la mora del Espíritu en nosotros, nos es dado el poder de entender y gozar de los consejos de Dios, algo que Satanás realmente ignora, a pesar de todo su poder.

Terminamos con estas palabras animosas del Señor Jesús “De cierto os digo: hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su reino.”  A pesar del error tan grande que cometió Pedro acá, vemos que tuvo el privilegio de estar en el monte de transfiguración.  ¡Cuan presto es el Señor para perdonarnos!  Dios mediante, la semana que viene miramos esta escena tan interesante en el monte.

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier