Pedro y su partida

 

Léase por favor 2 Pedro 1:14-21

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

Se que hemos estado en este capitulo dos estudios ya, pero hay cosas muy lindas para nuestra instrucción y por eso pienso meditar un poco mas sobre este capítulo.  Hemos estudiado en Juan 21 como el Señor Jesús había advertido a Pedro como iba a morir por amor de él y aquí Pedro hace mención de tal acontecimiento.  “Sabiendo que brevemente tengo de dejar mi tabernáculo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.”  Pedro es un ejemplo raro entre los Cristianos, pues nosotros no esperamos tal cosa como la muerte.  Nuestra esperanza es el arrebatamiento para estar en el cielo con Jesús, sin tener que pasar por la puerta de la muerte. 

 

Pedro sigue hablando a los santos “También yo procuraré con diligencia, que después de mi fallecimiento, vosotros podáis siempre tener memoria de estas cosas.”  ¿No es de instrucción como Pedro les dice que su esperanza era que ellos tengan memoria de las cosas que él enseñaba, y no de él mismo?  En el mundo la gente conocida como famosas siempre buscan que haya algo de ellos que se quede en la memoria de la raza humana de ellos mismos.  Pero el deseo de Pedro era que ellos se acuerden del Señor Jesús, el hombre glorificado, y no de él mismo, solo un humilde siervo.  “Porque no os hemos dado á conocer la potencia y la venida de nuestro Señor Jesucristo, siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como habiendo con nuestros propios ojos visto su majestad.  Porque él había recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una tal voz fué á él enviada de la magnífica gloria: Este es el amado Hijo mío, en el cual yo me he agradado.”  Nos hace recordar que en aquel momento Pedro había pedido hacer tabernáculos para Moises y Elías y Jesús, pero la voz de Dios no permitió tal cosa.  Es obvio a nosotros por leer las palabras de Pedro aquí que había bien aprendido la lección que toda la gloria tiene que ser para la persona de Cristo.

 

“Tenemos también la palabra profética más permanente, á la cual hacéis bien de estar atentos como á una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.”  El hombre pone mucha importancia en lo que ve con sus ojos.  Pero la fe nuestra esta en la palabra de Dios mencionada por Pedro aquí, como una antorcha que alumbra en lugar oscuro.  Nosotros estamos viviendo en tiempos muy oscuros, peor que nunca, pero que bueno que tenemos algo adentro, el lucero de la mañana.  Aunque el tema de Pedro no es la venida del Señor Jesús como de Pablo en 1 Tesalonicenses 4, es bien animoso ver como Pedro aquí refiere a este evento.  “El lucero de la mañana” en la escritura refiere a la venida del Señor Jesús por los suyos en el arrebatamiento, y Pedro aquí habla de tal acontecimiento como algo que esta siempre en nuestros corazones.  Pablo lo expresa así “Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo.” Tito 2:13.  La esperanza bienaventurada es la misma cosa que el lucero de la mañana; es la venida del Señor Jesucristo por nosotros en las nubes.  La manifestación gloriosa es la venida del Señor Jesucristo en juicio y salvación por su pueblo Israel en el fin de la tribulación.

 

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier