David en su vejez, punto de morir, cosechando otra vez

 

Léase por favor 1 Reyes 1

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

En este capitulo leemos del rey ya a punto de morir, y otra vez en problemas por causa de sus hijos malcriados.  Quizás nos parece duro decir cosa así de un rey tan fiel como David, hombre cuyo corazón siempre era fiel a Jehová.  Pero es la pura verdad que no fue buen padre David.  Leemos de su hijo Adonía que “su padre nunca lo entristeció en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así?”  Jóvenes que todavía estén bajo techo de sus padres, es posible que ustedes se quejan de las restricciones que les pone sus padres.  Es posible que pienses que fuera mejor tener padre como David, que nunca corregía a Adonía su hijo.  Pero es fácil ver en este capitulo el triste resultado de tal crianza.

 

Los Proverbios, escrito por el mismo hijo de David, Salomón, nos dice así “Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre.” Proverbios 1:8  Y también en el capitulo 3 de Proverbios leemos “No deseches, hijo mío, el castigo de Jehová; Ni te fatigues de su corrección: Porque al que ama castiga, Como el padre al hijo á quien quiere.”  ¿Puede ser que David no amaba a su hijo?  Si, sin duda le amaba, pero no mostraba bien este amor, dejándole hacer lo que le daba la gana.  Y tu, mi amigo, si haz salido de la casa de tu padre buscando donde puedes vivir sin restricciones que no te guste, vas a encontrar que no se puede escapar de la disciplina de tu padre celestial, quien te ama demasiado para dejarte caminar sin corrección.

¿Ignoraba Adonía los propósitos de Dios en cuanto quien iba a tomar el reino después de su padre David?  No, no era ignorancia, sino que codiciaba aquel lugar.  Se nota en nuestro capitulo “Mas no convidó á Nathán profeta, ni á Benaía, ni á los grandes, ni á Salomón su hermano.”  Conoció demasiado bien que estos no irían con el en sus planes de rebeldía, pues su padre había ordenado que Salomón seria el siguiente rey, y Adonía lo sabia. ¿Pero Joab, el hombre siempre buscando lugar para si mismo?  Se nota que Adonía sabía a quien invitar, quien le iba a apoyar.

Dos personas mas quiero mencionar.  ¿Se acuerda que era Nathán que vino a David con anuncio de su pecado, escondido de los demás pero bien conocido de Dios? (2 Samuel 12).  Pero Nathán era hombre fiel, y vemos aquí que Nathán se interesaba en la casa de David y había mantenido su lugar de preferencia en su casa.  Proverbios nos enseña “Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece.” Y tu, mi amigo, ¿tienes apreciación por un amigo que ha tenido que corregirte?  A pocas veces nos gusta la corrección, pero creo que tenemos ejemplo aquí que Nathán era un amigo de verdad.

Otro alguien, que veo aquí con tristeza, es Abiathar sacerdote.  ¿Por qué iba el con Adonía?  Yo no se, de verdad.  Dijo después Salomón, reprendiéndole por su error “Vete á Anathoth á tus heredades, que tú eres digno de muerte; mas no te mataré hoy, por cuanto has llevado el arca del Señor Jehová delante de David mi padre, y además has sido trabajado en todas las cosas en que fué trabajado mi padre.”  Hay cosa solemne que viene después “Así echó Salomón á Abiathar del sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová que había dicho sobre la casa de Eli en Silo.”  ¡O padres, padres como yo también soy, que estemos nosotros delante de Dios en toda humildad en cuanto la crianza de nuestros hijos!  ¿Nos acordamos de Eli, quien tampoco corregía a sus hijos?  Demoró bastante el juicio de Dios sobre su casa, pero aquí vemos a Abiathar, el ultimo que había quedado después que Doeg Idumeo había matado a los sacerdotes por mandamiento de Saúl (1 Samuel 22).  Pero, por fin fue ejecutado aquí, después de tantos años, y eso por falta de las correcciones de un padre sobre sus hijos.  ¡Que tengamos cuidado nosotros, mis queridos hermanos que son padres, que caminemos delante del Señor en toda humildad y oraciones para nuestros hijos!

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier