La Pascua, primera fiesta, fundación de todo

 

Léase por favor Éxodo 12:1-28, Levítico 23:5

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

Disculpe la demora de dos semanas, pues la semana pasada fui a Ensenada, México para pasar un día con los hermanos allá.

Hoy día queremos meditar en esta fiesta tan linda, la fiesta de la cual solo leemos un versículo en Levítico 23, pocas palabras, pero profundas: “En el mes primero, á los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.”  Vemos en este versículo que la pascua era algo profundamente especial en los pensamientos y consejos de Dios.  “Entre las dos tardes” me hace pensar que no hay otra cosa mas importante en la mente de Dios que la muerte de su amado hijo primogénito, el Señor Jesucristo.  Entre la eternidad pasado y la eternidad futuro, vemos esta luz brillando “porque nuestra pascua, que es Cristo, fué sacrificada por nosotros.” 1 Cor. 5:7.

¿Y porque fue el 14 del mes, y no el primer día?  ¿Por qué aguantó Dios 4000 años de la desobediencia del hombre?  “Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo” Galatas 4:4.  El hombre tenia que llenar la copa de su desobediencia, tanto que fue descubierto toda la maldad que hubo en su corazón, para manifestar su odio para ambos el padre y el hijo.  ¡Pobre hombre!  ¡Ruinado totalmente, sin que nadie podía manifestar una chispa de cosa buena en el!  Pero, ¡gloria a Dios!, que envió a su hijo, el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Quizás vale la pena volver a repetir aquí algo que hemos considerado antes, que son dos palabras, la propiciación y substitución.  En la pascua vemos mayormente la propiciación; “Y él es la propiciación por nuestros pecados: y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” 1 Juan 2:2 ¿Qué es esto?  Sabemos por Éxodo 12:4 que habían casas donde “la familia fuere pequeña que no baste á comer el cordero.”  Pero es notable que no había casa que era demasiado grande la familia para comer el cordero.   Eso nos quiere decir que la obra de Cristo en la cruz era suficiente para todo el mundo.  No hay nadie que puede decir “Cristo no murió por mí.”  Dios ha quedado totalmente satisfecho, o podemos decir, propicio, en cuanto el pecado.  Dios fue tan glorificado por la muerte de Cristo en la cruz, que hay salvación para cualquier que cree en su hijo.

Pero, ¿qué entonces es la substitución?  Vemos la respuesta en Isaías 53:5.  “Mas él herido fué por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su llaga fuimos nosotros curados.”  ¿Puede el inconverso, aun en sus pecados, decir “Cristo fue herido por mis rebeliones?  No, no puede decir tal cosa.  Tenemos el ejemplo en la pascua, que la sangre fue derramada del cordero “la sangre que estará en una jofaina.”  Pero era la responsabilidad “tomad un manojo de hisopo, y mojadle en la sangre…untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en la jofaina.” Éxodo 12:22.  ¿Bastaba que la sangre fuera derramada y puesto en la jofaina?  No, claro que no.  Así el ejemplo de la propiciación; el pecador ve la sangre derramada de Cristo como propiciación para los pecados del mundo.  Pero, si el pecador quiere conocer a Cristo como su propio Salvador, tiene que, por decirlo así, aplicar la sangre a si mismo.  Tiene que creer en Cristo, muerto en la cruz, como su substituto.  Así aplicando la sangre a si mismo, puede decir “Cristo fue herido y molido por mis pecados.” 

Creo que por eso el profeta dijo en verso 12 del mismo capitulo “habiendo él llevado el pecado de muchos.”  No dice “el pecado de todos” porque no todos van a buscar remedio en esta sangre precioso, y ellos van a llevar sus propios pecados sobre sus cabezas en el infierno para siempre jamás.   ¡Ojala que ninguno de mis lectores sean entre este numero!

Así que la pascua forma centro de los consejos de Dios desde la eternidad pasada, y hasta la eternidad futuro, nosotros que hemos creído en Cristo, pasaremos el tiempo en la morada celestial meditando sobre Aquel bendito persona y su obra consumada, sin cansar nunca de sus glorias.

Su hermano en Cristo, solo por gracia, Felipe Fournier