Daniel interpretando el sueño del rey, parte 2

 

Léase por favor Daniel 2

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

Primeramente quiero aclarar algo acerca del estudio de la semana pasada.  Quiero citar los versículos referentes al sueño de Nabucodonosor en otra traducción de la Biblia que me fue recomendado por el hermano Carlos Alonso de Barquisimeto.  “Respondió el rey y dijo a los caldeos: Tened bien presente mi decisión: si no me dais a conocer el sueño y su interpretación, seréis cortados en pedazos y vuestras casas serán reducidas a escombros…Así pues, dadme a conocer el sueño y su interpretación. Respondieron ellos por segunda vez: Cuente el rey el sueño a sus siervos, que nosotros le daremos su interpretación. Pero el rey replicó: Bien veo que lo que queréis vosotros es ganar tiempo, sabiendo que mi decisión está tomada.”  Como vimos la semana pasada, nuestra traducción muy buena de Reina Valera dice “la cosa se me ha ido” dándonos a pensar que el rey se había olvidado el sueño.  Pero parece que hay dificultades en la traducción en este lugar y la mejor traducción indica que en realidad, el rey cruel estaba buscando pretexto para probar que sus magos eran mentirosos, por eso había decidido no decirles el sueño, dejando a ellos probar sus poderes de adivinación a través de decirle a el lo que el ya sabia.  Claro que no podían, pues sus poderes, aunque posiblemente eran diabólicos, no llegaban a tal punto de conocer los pensamientos ni los sueños del rey.

 

Hace muchos años, alguien me dijo que el diablo no conoce nuestros pensamientos, y por eso es mejor orar en voz alta para que el diablo escuche.  Bien sabemos que muchas veces no es posible, ni digo que es una regla, pero he notado que me ayuda el orar en voz alta cuando puedo porque así mi mente es menos distraída.  Solo es una sugerencia que hago que me ha sido de ayuda por muchos años.  Tenemos un ejemplo muy bonito de alguien que oró en su corazón antes de hablar en Nehemías;  “Y díjome el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey …  Nehemías 2:5.  Así que, si sea en voz alta o en nuestros corazones, Dios nos escucha.

 

Volviendo a nuestro tema de Daniel, notemos algo muy importante de su oración de alabanza a Dios después de conocer el sueño del rey; “Sea bendito el nombre de Dios de siglo hasta siglo: porque suya es la sabiduría y la fortaleza: Y él es el que muda los tiempos y las oportunidades: quita reyes, y pone reyes: da la sabiduría á los sabios, y la ciencia á los entendidos.”  Pienso que encontramos aquí algo que puede dar mucha paz a nuestros corazones.  Hay una tendencia muy fuerte en el corazón del creyente (o por lo menos en mi corazón y he notado que también en otros) de meterse en la política de este mundo, quizás pensando que por nuestra influencia vamos a mejorar algo.  Pero vemos aquí como Daniel nos da a conocer que es Dios que tiene autoridad en los reinos de los hombres.  Dios había “mudado los tiempos” de tal manera que Daniel ya era un esclavo bajo el servidumbre de Babilonia, expuesto a la muerte por el capricho de aquel rey Nabucodonosor.  Pero aun así Daniel no rebela, sino reconoce que el rey era, fin de todo, puesto en su lugar por el mismo Dios de Israel, ya conocido como “el Dios del cielo.”  Nos haría mucho beneficio reconocer que, como hermanos en Cristo y ciudadanos de otro mundo, es decir ciudadanos del cielo, el político de este mundo no es nuestro negocio.

 

Vemos en la interpretación del sueño del rey cosas maravillosas acerca del futuro del mundo gentil y su liderazgo.  El mismo Nabucodonosor era la cabeza de oro, como así Daniel le dijo “Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, potencia, y fortaleza, y majestad…tú eres aquella cabeza de oro.”  Después de Nabucodonosor habían de levantar tres otros reinos, menores en su poder, como se habla de los metales de plata, bronce, y hierro.  No soy muy capaz de desarrollar este tema, pero quiero notar que nos habla del reino futuro de Jesucristo, Mesías de Israel. “De la manera que viste que del monte fué cortada una piedra, no con manos, la cual desmenuzó al hierro, al metal, al tiesto, á la plata, y al oro; el gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir: y el sueño es verdadero, y fiel su declaración.”  En aquel día, el Señor Jesús tendrá el lugar de preeminencia sobre todo los reinos de los hombres.  Nosotros anhelamos aquel día de su glorificación.

 

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier