Dispensaciones: El Reino, la tierra llena de justicia

 

Léase por favor Isaías 11 y 12

 

Queridos jóvenes y amigos,

Leyendo estos capítulos en Isaías esta mañana dio a mi corazón un sentimiento de paz y tranquilidad.  La semana pasada estaba yo turbado, pensando del estado de este mundo hoy en día.  Guerra, corrupción, injusticia, y muerte vemos a todos lados.  Es una escena que es producto de la caída del hombre en la primera dispensación de inocencia, cuando el hombre escuchó la voz del Engañador, Satanás, en vez de la voz de Dios.  Desde aquel momento el hombre y las criaturas han sentido los resultados del pecado.  Leemos en Romanos 8 varios versículos que nos dan a entender esto; “Porque el continuo anhelar de las criaturas espera la manifestación de los hijos de Dios… Que también las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que todas las criaturas gimen á una, y á una están de parto hasta ahora.  Y no sólo ellas, mas también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, es á saber, la redención de nuestro cuerpo.”

Nosotros, como creyentes en el día de Gracia, esperamos el arrebatamiento, que en el versículo arriba es llamado “la redención de nuestro cuerpo.”  Nuestras almas son redimidas ya, pero sabemos muy bien que nuestros cuerpos todavía están debajo de la maldición del pecado.  Gemimos, a veces, por dolores y enfermedades.  Las criaturas también sufren, no por pecado de ellos porque ellos no tienen espíritu, no tienen conocimiento de Dios, pero si sufren por causa de la maldición del pecado sobre este mundo.  Pero como nosotros seremos librados del cuerpo de nuestra bajeza por el arrebatamiento, las criaturas serán libradas por medio de la venida del Señor Jesús para reinar.  Como leemos en Isaías 11:6 “Morará el lobo con el cordero, y el tigre con el cabrito se acostará: el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará… La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja… No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como cubren la mar las aguas.”

¡Que escena de tranquilidad y paz vemos en estos capítulos de Isaías!  ¿Quién de los hombres no querrán tener tal escena ahora mismo?  Pero no es posible sin aceptar el Rey Jesucristo, y dijeron de el “no queremos que este reine sobre nosotros.”  Y hoy en día, nosotros esperamos una herencia celestial, y no terrenal.  Eso es muy importante recordar porque leemos en Filipenses 3:20-21 “Mas nuestra vivienda es en los cielos; de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; El cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual puede también sujetar á sí todas las cosas.”  Los falsos Testigos de Jehová enseñan que el hombre va a tener herencia terrenal, y siempre pienso de los versículos 18 y 19 del mismo capitulo 3 de Filipenses cuando se habla de ellos.  “Porque muchos andan, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo: Cuyo fin será perdición, cuyo dios es el vientre, y su gloria es en confusión; que sienten lo terreno.”

Así que nosotros, siendo pueblo celestial, anhelamos el día de la venida del Señor por nosotros en las nubes, y también amamos el día de la manifestación de la gloria del Señor Jesús como Rey de Reyes, cuando nosotros reinaremos con El, sobre un mundo limpiado.  Dios mediante, terminaremos nuestro estudio sobre las dispensaciones la semana que viene, meditando sobre como terminará el Reino, que no es escena de perfección porque el corazón del hombre nunca cambia, a pesar de sus circunstancias.

Su hermano en Cristo, solo por gracia, Felipe Fournier