David, y su deseo de honrar a Jehová

 

Léase por favor 2 Samuel 7

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

Este capitulo es tan lindo en su carácter que tengo la tentación simplemente de decirles que lean el capitulo y medítelo sin que yo diga nada.  La misma palabra de Dios es más provechosa que cualquier cosa que yo puedo añadir.  Pero quizás unas cuantas meditaciones que me ocurrieron leyendo este capitulo pueden ser de animo.

Vemos en este capitulo a David, expresando su corazón, primeramente al profeta Nathán y después, conversando en oración con Jehová mismo con corazón lleno de gratitud.  “Dijo el rey al profeta Nathán: Mira ahora, yo moro en edificios de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas.”  Nathán era profeta de Jehová, pero de todos modos en este capitulo vemos que no entendió bien la mente de Dios.  Respondió a David “Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, que Jehová es contigo.”  Creo que vemos aquí prueba que a veces los más espirituales entre nosotros pueden estar equivocados en cuanto a la voluntad del Señor.  Para Nathán parecía obvio que el deseo de David de construir casa para Jehová era algo admirable.  ¿Cómo podría Dios no estar de acuerdo?  Pero, se equivocó Nathán.  No era la voluntad de Dios que David le hiciera casa, aunque estaba muy contento con su deseo.  Vemos las palabras de Salomón su hijo en 1 Reyes 8:18 “Mas Jehová dijo á David mi padre: Cuanto á haber tú tenido en el corazón edificar casa á mi nombre, bien has hecho en tener tal voluntad.”

¿No es maravilloso pensar que nuestro Dios presta atención hasta nuestros quereros y deseos?  Vemos algo semejante en Malaquias 3:16 “fué escrito libro de memoria delante de él para los que temen á Jehová, y para los que piensan en su nombre.”  ¡Que grande es el corazón del Dios que nosotros conocemos!  En el día venidero cuando estaremos en su presencia, cada uno tendrá su galardón de Dios, y quizás los galardones serán de cosas que nosotros no hubiéramos pensado que valían mucho. ¡Hasta los pensamientos en su nombre Dios hace su libro de memoria!  Es bueno la enseñanza que tenemos en 1 Corintios 4:5 “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones: y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza.”  Los intentos del corazón pertenecen a Dios.  Eso nosotros no tenemos derecho de juzgar.  Solo juzgamos la fruta, o sea los hechos de los hombres que vemos, y no los intentos del corazón.

El resto del capitulo forma una conversación entre Jehová Dios y su amado siervo David, y por favor, les ruego que buscan oportunidad para leerlo cuidadosamente para la bendición de su alma.  David pensaba construir una casa de madera para Jehová, pero Jehová le contestó, “No, David, tu no vas a construirme casa, pero yo si te voy a construir casa, aunque no de cedro, sino de tus hijos que van a sentar sobre el trono de Israel para siempre jamás.”  Sabemos nosotros que esta profecía va a ser cumplida en la persona de Jesús, hijo de David, rey de Israel.  Lo que me maravillo es esto, que en todo caso somos nosotros los que reciben de Dios.  “Porque de tal manera Dios amó al mundo que ha dado a su hijo…”  El pensamiento humano siempre es que Dios demanda algo de el, pero la pura verdad es que nosotros no somos capaces de dar, primeramente tenemos que recibir.  Toda religión humana dice que el hombre debe rendir algo a Dios.  La Biblia nos enseña, como Jehová enseñó a David, que somos nosotros los que tenemos que recibir lo que Dios brinda por nosotros.

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier