Dispensaciones: Filidelfia y poco potencia

 

Léase por favor Esdras 8:15-23

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

Si les parece que no quiero dejar de hablar de Filadelfia, tienen razón!  En verdad, de las siete asambleas de que leemos en Apocalipsis 2 y 3, solo se encuentra dos entre las cuales no son mencionados defectos y fracasos, esto es Smirna y Filadelfia.  Lo que nos espera después es la asamblea de Laodicea, que desgraciadamente nos hace pensar demasiado de nuestra época.  Pero al momento quiero notar algo mas sobre Filadelfia en cuanto a “poco potencia.”

 

Hemos hablado algo sobre esto en nuestro estudio sobre los Hechos, pero quiero volver a notar la mala interpretación que tiene lo que se llama “el movimiento carismático”.  Este es el movimiento entre varios denominaciones e independientes que enseñan que “los tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19) quiere decir que hoy día han sido restaurados los dones del primer siglo.  Es decir, que quieren hablar en lenguas y hacer milagros como hacían los discípulos.  En otras palabras, buscan mucha potencia, no poco potencia como nos explica de Filadelfia.  Y seguro que hay algo atrayente en esto, porque las manifestaciones de poder son algo que atrae a la mayoría de la raza humana.  Pero, como hemos explicado en el estudio sobre los Hechos, los tiempos de refrigerio refiere a la restauración de la nación de Israel en la dispensación aun venidero, y no a la dispensación de gracia en que estamos ahora.

Algo mas quiero notar, sobre el pasaje en Esdras que sugerí que leyeren.  Sabemos que cuando Israel salio de Egipto bajo Moisés con potencia.  Abrieron las aguas del mar Bermejo, cayó maná del cielo y salio agua de la roca.  En cuarenta años no gastaron sus zapatos.  Todo era manifestación de potencia, de la mano fuerte de Jehová.  ¿Pero que es lo que leemos en Esdras?  El sacerdote fiel, Esdras, iba a viajar 1600 kilómetros a pie a Jerusalén de Babilonia, con oro y plata para el templo y mucha gente, un viaje sumamente peligroso.  Pero el había proclamado al rey “La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su fortaleza y su furor sobre todos los que le dejan.”  Por eso, no quiso pedir que fueren con el soldados y una guardia pero si tenían miedo.  Pues, ¿qué hicieron?  “Ayunamos pues, y pedimos á nuestro Dios sobre esto, y él nos fué propicio.”  No hubo ningún milagro ni obra de potencia.  Era tiempo de debilidad, con menos de diez por ciento de los judíos volviendo a su país.  Pero Jehová les protegía en el camino.  En los libros de Esdras, Esther, y Nehemias no leemos de ningún milagro, ningún obra de potencia.  No era tiempo de potencia sino de debilidad.  Y así en los tiempos de Filadelfia era poco potencia.  No debemos nosotros pretender tampoco que vivamos en el tiempo de los Hechos, tratando de mostrar algo que no tenemos, no porque Dios ha cambiado en su poder, sino porque no nos corresponde esta edad.

Quiero contarles algo mas, aunque no tiene nada referente a dispensaciones.  Esta semana nos llegó la revista Geografía Nacional.  A veces esta revista tiene artículos bien interesantes sobre varios lugares en el mundo donde yo no he viajado y me interesan leer.  Pero este mes, la cubierta de la revista tenia estas palabras “?Se equivocó Darwin?”  Abrí la revista para ver que me iba a decir, y era con tristeza que la mayoría de la revista era para defender y fomentar la enseñanza, tan dañosa a la raza humana, que somos del todo un puro accidente de la evolución.  Tengo que confesar que me sentí un poco deprimido, y tiré la revista en la basura.  Pero el día siguiente estaba mirando mis gatos, observando su pelo tan bonito, sus maneras tan lindas, y pensaba de nuestro Dios.  ¿Cómo puede ser que estas cosas son productos de accidente de evolución?  ¿Quién me dio la capacidad de concebir lo que veo como bello?  ¿Acaso la evolución?  ¡Les digo que no, no es cierto, sino un Dios soberano, un Dios de amor, el cual entregó su único hijo como rescate para nuestra condición perdida!  Así que, jóvenes, ustedes que están en la escuela o en la universidad, oyendo enseñanzas totalmente contrarios a la palabra de Dios, no es necesario que contestemos sus argumentos científicos.  Podemos descansar en la palabra de Dios, la Biblia que tiene sus pruebas dentro de si mismo y son observables en el mundo en que vivimos.  ¡Gracias a Dios por su don inefable, nuestro Señor Jesucristo!

Su hermano en Cristo, Felipe Fournier