Pedro, su nombre cambiado

 

Léase por favor Mateo 3:1-12, Juan 1:19-42

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

Dios mediante, quisiéramos meditar algo sobre la vida de Simón, hijo de Jonás, cuyo nombre fue cambiado a Pedro por el mismo Señor Jesús.  Sabemos por la escritura un poco de su vida antes que conoció al Señor.  Era un hombre humilde, pescador, socio con su hermano en el negocio de pescar.  Sabemos que era hombre sincero, que siempre le gustaba tener algo que decir.  En algunas ocasiones se confiaba en si mismo bastante, y tenia que aprender que solo con la fuerza del Señor podía seguir en un camino agradando al Señor.  Su vida es por nosotros un buen ejemplo, ambos en sus errores que en sus éxitos.

He recomendado que se lee Mateo 3:1-12, aunque no menciona a Pedro nada.  Creo que podemos estar seguros que Simón era uno de los que fueron bautizados por Juan, arrepentido de sus pecados.  Pero Juan solo era mensajero que apuntaba a otro, el mismo Señor Jesucristo, y fue por medio de esto que Simón llegó a conocer a Cristo.  Leemos en Juan 1:35 “El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando á Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.  Y oyéronle los dos discípulos hablar, y siguieron á Jesús.”

Vemos el testimonio fiel de Juan Bautista.  No buscaba gloria para si mismo, ni tampoco seguidores.   Debemos tomar una lección de su ejemplo.  Cualquier ministerio debe de ser con el objetivo de glorificar y puntar a la persona de Cristo, y no para traer atención a nosotros mismos.  Juan no se arrepintió de que estos sus discípulos que antes le habían seguido a el, le abandonaron para seguir al Señor Jesucristo.  Mas tarde dijo “A él conviene crecer, mas á mí menguar.”

Uno de los dos discípulos de Juan Bautista que siguió a Jesús era Andrés, hermano de Simón.  ¡Que bueno su deseo que su hermano conociera al Señor Jesús!  No era  la última vez que Andrés llevaría a uno para conocer a Jesús.  Aunque leemos muy poco de Andrés comparado a su hermano mucho más bien conocido, seguro que era un discípulo fiel del Señor Jesús y su trabajo era uno muy bueno.  Quizás no tuvo la capacidad de su hermano para hablar, pero si podía llevar la gente al Señor Jesús.  Cada uno tiene su don de Dios y aquí vemos a Andrés buscando su hermano para el Señor con estas palabras “Hemos hallado al Mesías (que declarado es, el Cristo).”  Y Simón, con una fe simple creyó lo que dijo su hermano acerca de Cristo, aunque había de pasar algunas cosas mas antes que Cristo se le reveló mejor.

Pienso que era una sorpresa para Simón, oír las palabras de Jesús “Tú eres Simón, hijo de Jonás: tú serás llamado Cephas (que quiere decir, Piedra).”  Nuestro nombre es algo muy importante a nosotros.  ¡Imaginase si alguien le haría cosa semejante!  Pienso que en este momento Simón se dio cuenta de que era algo muy profundo que iba a pasar en su vida, después de conocer este hombre que se atrevió cambiar su nombre.  Pero no en este momento decidió Pedro seguir a Jesús.  Después de esto, en Lucas 5, le vemos otra vez pescando, aunque con poco éxito.  Dios mediante consideraremos esta historia la semana que viene.

Su hermano en Cristo, Felipe Fournier