David, tomando medios humanos para escapar de Saúl

 

Léase por favor 1 Samuel 27

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

Parece medio imposible leer estas palabras al principio de nuestro capitulo “Y dijo David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl: nada por tanto me será mejor que fugarme á la tierra de los Filisteos.”  ¡O David, amado de Jehová, rey ungido de Israel!  ¿Cómo puede ser que sea mejor abandonar tu tierra, por las dificultades que abundan?  ¿Jehová no se ha manifestado fuerte para protegerte en Israel?   Hacemos las preguntas pero sabemos a la vez que nosotros también hemos hecho cosas semejantes, si queremos ser honestos.  Acabamos de leer como David escapó de la mano de Saúl, aunque había estado justo a su lado cuando dormía con sus soldados todos alrededor.  ¿Por qué entonces dijo “al fin seré muerto por la mano de Saúl?  Solo podemos decir que en esta ocasión su fe faltaba.  La memoria no es la fe.  No se puede uno descansar en victorias del pasado.  Nos toca a nosotros ejercitar la fe todos los días.  ¿Se acuerda de la viuda en los días de Elías?  Ella dio a comer a Elías por fe en sus palabras “La tinaja de la harina no escaseará, ni se disminuirá la botija del aceite, hasta aquel día que Jehová dará lluvia sobre la haz de la tierra.” 1 Reyes 17:14  Pero se nota que Jehová no le dio un baril de harina ni tampoco una botella grande de aceite.  Cada día ella tenia que ejercitar la fe e ir a sacar la ultima gota de aceite y la ultima medida de harina.  Pero, ¡nunca llegó a ser la última!  Jehová era fiel a su promesa. 

 

Nosotros, desgraciadamente, somos muchas veces más semejantes a David aquí que en otras ocasiones, como cuando salió contra el Filisteo con toda confianza en Jehová.  Solo hay uno que nunca faltó, nunca desvió en su senda de caminar en la voluntad de Dios, y por supuesto es nuestro Señor Jesucristo.  Todo otro prototipo y ejemplo que vemos en la Biblia tiene sus fracasos.  Eso no es excusa para nosotros.  Toca a nosotros imitar la fe de los santos, no imitar sus fracasos.

Notamos que este desvío de David era aparentemente exitoso.  “Y vino la nueva á Saúl que David se había huido á Gath, y no lo buscó más.”  ¿Es entonces prueba que escogió bien David?  Para nada, pero no se cuantas veces he escuchado creyentes, yendo en camino contra la palabra de Dios, pero puntando después al éxito que han tenido en tal camino y diciendo que es prueba que tuvieron la mente del Señor haciendo esto.  Pero la guía del Cristiano no es las circunstancias, sino la palabra de Dios.  Un ejemplo es el del creyente, hombre o mujer, que se casa con inconverso y después, el Señor en su gracia salva al inconverso o inconversa.  ¡Esta misericordia del Señor no se toma por excusa de desobedecer la palabra de Dios!  Damos gracias al Señor por su bondad con nosotros, que muchas veces vuelva a nosotros bien por mal y nos bendice a pesar de nuestro desobediencia, pero ¡que mal si tomamos esto por pretexto de ir a la tierra de los Filisteos (hablando en forma de ejemplo)!

Si puedo seguir este tema un poco mas, quizás David hubiera dicho “Mira las puertas que Jehová me abrió, dándome alojamiento con el rey de Gath.”  Pero no fue cierto.  Algunos piensan si pueden hacer una cosa, eso es prueba que deben de hacerlo.  Pero otra vez la pregunta llega a ser ¿Soy yo guiado por circunstancias, o por la palabra de Dios?  Otras piensan que si ponen delante de sus planes esta frase “si sea la voluntad del Señor” que entonces todo esta bien.  Vuelvo a decir que no es así, si uno esta planeando desobedecer la palabra de Dios, esta oración no cambia nada.   Estoy hablando a mi mismo también, porque tengo que confesar que soy culpable.  Somos demasiado susceptibles al engaño de nosotros mismos cuando estamos decididos en hacer algo.  Se nota en nuestro capitulo que un pecado conduce a otro.  David llegó a ser un hombre de decepción.  Tenia que echar mentiras a Achîs, rey de Gath, por esconder sus hechos.  Sin duda andaba David con mala conciencia.  Era de todo una tristeza este modo de vivir de David, y Jehová no lo iba a aguantar por mucho tiempo.  ¡Que el Señor nos cuide, y nos de restauración (como dio a David), si hemos ido en camino malo por agradarnos a nosotros mismos!

Dios mediante, la semana que viene vamos a meditar algo de Saúl y sus ultimas horas de vida, aunque nuestro sujeto es David.  Hay mucho de interés en la historia en capitulo 28 de 1 Samuel.

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier