David, consultando a Dios, un pueblo ingrato

 

Léase por favor 1 Samuel 23

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

En este capitulo leemos de David en circunstancias que quizás nosotros hemos estado y sentido, y creo que hay algo que aprender en cuanto a nuestros relaciones con nuestros hermanos en Cristo.  Es importante recordar que el Señor nunca intentó que nosotros anduviéramos como creyentes asolados de nuestros hermanos en Cristo.  A veces quizás nos parece que seria menos difícil, pues vemos la carne en nuestros hermanos mucho mas fácil y mas pronto que en nosotros mismo, desgraciadamente.  Pero forma parte de nuestra enseñanza en la escuela de Dios aprender como caminar en comunión con el Señor y también con nuestros hermanos en Cristo en este mundo.  Ahora, consideremos a David.

 

Vemos el corazón de David en el verso 2, el mismo corazón que le animó hace seis capítulos salir contra el filisteo, Goliat.  Tenía compasión por sus hermanos los Israelitas y quiso ir a ayudarles, pero primero hizo algo muy importante, consultó a Jehová.  Después de recibir su respuesta, habló a sus siervos fieles que vayan con el, pero encontró que no estaban de acuerdo, por tener miedo de Saúl.  Yo veo muy interesante lo que hizo David.  “Entonces David volvió á consultar á Jehová.”   Vemos aquí su corazón humilde.  Estaba listo para escuchar los consejos de sus amigos, sus siervos fieles.  En fin, no hizo lo que ellos habían sugerido, que no se vayan, porque la palabra de Dios era que debía ir.  Pero, escuchó con paciencia sus miedos y humildemente volvió a consultar a Jehová.  Creo que vemos aquí una buena lección por nosotros.  A veces nuestros hermanos que están caminando con el Señor pueden conocer su voluntad mejor que nosotros.  Y si nos dan escrituras que tienen que ver en cuanto a la acción que nosotros pensamos hacer, muy bueno es si prestamos atención delante del Señor a sus palabras.  Muchas veces por la falta de confianza en el amor que nuestros hermanos tienen por nosotros, no hay este espíritu de cooperación como vemos aquí entre David y sus siervos.  Pero creo que es algo que debemos buscar.

 

Otra cosa en este capitulo vemos, que para mi parece una cosa de suma tristeza, pero a la vez, algo de animo ver como David se comportó, a pesar de las fallas de otros.  David fue con sus hombres contra los enemigos, los filisteos, y los hirió, librando la ciudad de Keila.  Quizás pensaremos que los habitantes de Keila hubieran estado muy agradecidos por lo que hizo David.  Pero cuando vino la prueba, no tenían ánimo de proteger David de Saúl.  No vemos ni una queja de David por eso, a pesar de lo que me parece ser una ingratitud muy fuerte de llevar.  Simplemente se levantó y siguió su fuga.  ¡O, que nosotros aprendamos esta lección bien!  Nos hace pensar de Cristo “Quien cuando le maldecían no retornaba maldición: cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente.”  1 Pedro 2:23.  Es muy seguro que nuestros hermanos nos van a decepcionar.  Pero que bueno si seamos como el ejemplo de David aquí.

Finalmente vemos en este capitulo el querido Jonathan, otra vez visitando a David y diciendo palabras de animo.  “Y díjole: No temas, que no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe.”  ¡O, Jonathan, ojala que fuera cierto que tú serias segundo después de David!  Pero el que no quiso caminar con David en su rechazamiento no iba a compartir el reino y la gloria con David tampoco.  El principio que vemos en el nuevo testamento es esto “Si sufrimos (con el), también reinaremos con él.”  2 Timoteo 2:12

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier