David rechazado, encuentra valientes amigos

 

Léase por favor 1 Samuel 22

 

Queridos jóvenes y amigos,

 

Volvemos otra vez a nuestro sujeto de David y vemos algo más de su vida como el rey ungido, pero rechazado.  En verdad nos hace pensar del bendito Señor Jesús, a quien nosotros seguimos hoy en su día de rechazo.  Seguro que no le conocemos como nuestro rey, pero tan seguro es que el es Rey de Reyes, Señor de Señores.  Pero como David no era para nada reconocido como rey, tampoco este mundo quiere dar cualquier honor al Cristo de Dios.  ¡Que privilegio era para este grupo de cuatrocientos hombres caminar con David!  Podemos decir que sus calidades personales no eran envidiables.  “Y juntáronse con él todos los afligidos, y todo el que estaba adeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fué hecho capitán de ellos: y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.”  Nos hace pensar de nuestra condición como pecadores perdidos, hallando nuestro refugio en el Señor Jesús.  No había nada en lo natural para encomendarnos delante de Dios, pero éramos aceptados por su pura gracia, por amor de la obra de Cristo en la cruz.  Era un gran privilegio por estos hombres tomar su lugar con David en este periodo de su rechazo.  Igualmente nosotros seguimos a Cristo rechazado en este mundo, pero igual como David iba a reinar y estos hombres iban a tener su lugar en su reino, así es con nosotros.  Vale la pena compartir ahora en el vituperio de Cristo.

Notemos algo mas en este capitulo que debe llenarnos de asombro, en cuanto al carácter desesperado de Saúl.  No digo que Saúl era persona renacida, pero si digo que una vez el había sido hombre honorable y humilde.  Pero ahora vemos sus palabras amargas y terribles “vosotros habéis conspirado contra mí, y no hay quien me descubra al oído como mi hijo ha hecho alianza con el hijo de Isaí, ni alguno de vosotros que se duela de mí, y me descubra como mi hijo ha levantado á mi siervo contra mí, para que me aceche, según hace hoy día.”  ¡Que vergüenza escuchar estas palabras de uno que una vez profesaba fidelidad a Jehová!  No tuvo por nada su hecho de mandar la muerte de los sacerdotes y sus familias, hasta pequeños niños.  Esto debe de ser gran advertencia a cualquier de mis oyentes que caminan en una profesión falsa.  Quizás usted dirá “nunca podría yo hacer tales cosas” pero se ve aquí la profundidad de la maldad que hay en el corazón humano.  Somos capaces de maldades indecibles, y también es importante recordar que aun nosotros creyentes tenemos dentro de nosotros esta naturaleza pecaminosa con las mismas tendencias que siempre. ¡O bendito Señor Jesús, que nos guardes en tu amor de poner nuestras espaldas a ti y caminar así como cualquier mundano!

Vemos algo también profundamente solemne que, sin excusa para la conducta de Saúl, Dios en su soberanía estaba ejecutando juicio sobre la casa de Eli.  Si leemos en el capitulo 3 de este libro de 1 Samuel vemos las palabras de Jehová al pequeño Samuel “Y por tanto yo he jurado á la casa de Eli, que la iniquidad de la casa de Eli no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con presentes.”  Es una lección por nosotros que aunque Dios tarda a veces en ejecutar juicio, seguro es que Dios es justo.  Vemos hoy en día mucha injusticia en este mundo, pero no olvidemos que Dios no ignora las cosas que pasan.

Vemos algo lindo en las palabras de David al único hijo de Ahimelech que escapó la venganza de Saúl, Abiathar.  David se sintió profundamente triste por la muerte de los sacerdotes, hasta el mismo padre de este hombre Abiathar.  Dijo entonces “Quédate conmigo, no temas: quien buscare mi vida, buscará también la tuya: bien que tú estarás conmigo guardado.”  Fueron unidos con este vínculo tan fuerte, de tener un enemigo común.  Cierto es que nosotros estamos en condición semejante.  Tenemos un enemigo que nos busca la vida, Satanás.  Pero estamos bajo el cuidado de fuerte protector, más fuerte que David aquí.  ¿Podemos imaginar los celos de David para proteger a Abiathar, después de no poder librar su familia?  Así que nosotros estamos bajo la protección divina de Dios mismo, con un celo aun más fuerte.  No dudo que Abiathar dormía bien en aquel lugar seguro, y así nos toca a nosotros dormir bien.

Voy a estar fuera de mi país por dos semanas, pero si tengo acceso al Internet (lo que no es muy seguro) voy a intentar hacer otro estudio la semana que viene.  Pero si no, sepan porque.

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier